http://www.makepovertyhistory.org dress me up and let's go to Vegas*
Thursday, September 28, 2006
¿Y qué tan fuerte soy?

[No sé a dónde voy,
ni qué es lo que pretendo decir, sólo déjenme seguir:
sentí una fuerte opresión en el pecho, y sé, y siento en exceso.]


“No tengo ganas de seguir
pero tampoco tengo ganas de parar.
Tendría que pensar que me esta pasando
pero es que estoy cansado de pensar…
Podría quedarme durmiendo todo el día

o podría también tratar de encontrarte.”

No tengo ganas – Intoxicados.


A veces la libertad se siente tan bien y a veces,
encadena.
A veces cosas, en cadena.

Tengo algo de locura, y también algo de tristeza insípidamente inspiradora,
tengo ganas de ir a lugares donde los buenos aires estén limpios.
Tengo maravillas en los bolsillos, y ganas de correr almohadas y despertar oscuros letargos,
tengo la certeza de que conozco un milagro que es de carne y hueso, aunque no me crea.

[Podría ser algo (a)cerca de una ciudad,
algo (a)cerca de la soledad,
algo (a)cerca de lo verdadero…]

Quisiera alisar las calles y abolir los empedrados,
y lograr suprimir los pesos en los hombros,
y las cosas que pensamos que no podemos dominar,
y las cosas que sentimos que no sabemos explotar,
y las cosas que queremos que no siempre llegamos a concretar.
Tan simple como éste texto que difícilmente tenga sentido,
tan simple como mirar el sol desde alguna plaza,
o iluminar alguna noche.

Tengo algo de demente, y también algo de efervescencia insípidamente inspiradora,
tengo la suerte de conocer rostros que hablan sin hablar.
Tengo la conciencia y la inconsciencia rolando por algún océano de asfalto,
la apertura de un mañana y las cerraduras de un ayer,
las burbujas que me salen por la nariz cuando me ahogo
y la palidez de las cosas sencillas pero a la vez sofisticadas,
y sin embargo no tengo la noción de qué camino hay que seguir a veces.

Pensalo…
[Podría ser algo (a)cerca de una ciudad]

Pensalo…
[Podría ser algo (a)cerca de la soledad]

Pensalo…
[Podría ser algo (a)cerca de lo verdadero]

Tengo cigarrillos en los ceniceros, y una desgracia bendita siempre a punto de expirar a un sólo segundo de finalizar sus quince minutos de gloria.
Tengo una mente incandescente, y un tiro de gracia que espera ahogarse en el mar antes de ver el sol.
Tengo la certeza de que conozco un milagro que es de carne y hueso, aunque no me crea.

Mi religión dice que se puede volar adentro de un ropero.
Y que hay un tiempo y un espacio (indefinidos, tal vez)
y que hay mentes que deberían naufragar en un murallón de certezas para así poder descansar.

No hay secretos a la hora de la muerte,
y sólo se comparte lo real.
Quizás la vida sea tan sólo eso:
una lucha constante por poder descansar.
Y hasta que ese fin acabe,
y concluyan los letargos,
me mantendré buscando el sentido desde los sentidos,
buscando el equilibrio necesario para no dejar de sostener:
[iluminada y tranquila]
pensalo y calláte, que vivo por debajo del caos, y enterate, a la vez:
no me pesa.
[reservo el halo de todo lo que soy para cada vez que sea necesario]

Podría ser algo (a)cerca de una ciudad,
algo (a)cerca de la soledad,
algo (a)cerca de lo verdadero…

 
Lala, none other, a las 6:05 PM 31 [They treat horses, don't they?]
Monday, September 25, 2006

Tuve un deja vu que me dijo “nena, los días corren, ¿viste?
Y también me dijo que si hay sol – o quizás no, for that matters - entonces mañana es triste.
Y volví, así, de pie, porque así se me necesita.
Y no estoy sola.
La loca me acompaña y me deba mates que tienen más azúcar que yerba.
Que sea con salud, y buenas hierbas.
Este regreso en verdad fue todo un viaje, so:

Let's trip. Let's rock 'n' roll.

Eiti Leda - Viernes 3 A. M. (Charly, Unplugged)

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La nena baila, grita, la delira, la flashea.
Deja que el hígado diga “basta” y no pueda procesar tanta información etílica:
Evasión del estado-inestabilidad.
Susceptibilidad,
y cosas,
como casas,
inmensas, plantadas, con bases, con cimientos,
que no caen,
ni se derrumban.

La fiebre de un hoy con stress, y marihuana en el bolsillo.
La lluvia que se garcha al frío, y hasta una mariposa parece tener filo.
Esquiva todo lo recurrente a la evasión, y la paz no despereza.

La nena baila, grita, la delira, la flashea,
Y al día siguiente quisiera estar bajo tierra.
Dualidad más que trascendente:
Necesidad-basamento.
Y erosión,
como fotogramas de algún film,
que proyecta espejismos,
que ya no puede tocar.

El cambio de estado y de sol, de estación y de sequía.
Abandono de todo lo respirable, pulmón de hojalata.
Cañón invisible en la sien, algún grito mudo de primavera.
Y no aguanta más, y se quiere ir.
Y hoy/mañana es triste, y difuso, e indeciso.

Las ganas de hacer y más, y las consecuencias que no se deberían pagar.
Los relojes, que se estiraron y aplacaron, y despertaron y volvieron a dormitar…
Palabras. Viento.
Imágenes.
Cosas,
como casas.
Abrazos,
como casas.
Un caso acerca de alguien: baila pero llora.
Alcohol y marihuana.

Deja Vu de sueños altaneros que refractan los sudores que se acumulan en las almohadas,
piel, huesos y cadencia al hablar.
Vamos a vagabundear con-rumbo.
Let's rock 'n' roll.

 
Lala, none other, a las 10:03 PM 30 [They treat horses, don't they?]
Wednesday, September 20, 2006


Frenemos un poco, fue el pedido. Y sí. Quizás. Tal vez. Probablemente haya que frenar un poco a levantar la cabeza y ver qué hay más allá, o más acá, nunca se sabe.
Caminar a velocidades distintas no es fácil… y a ésta hora sólo quiero dormir.
Pero antes,
quizás,
tal vez,
sea preciso que algunas otras cosas también frenen un poco. Y éste blog está entre ellas.

Interruptus.
Momentáneo.
Frenar un poco.

Frenamos un rato.
Hasta el fin de este rato, entonces.


(w)hole.

(Del inglés. Con la ‘w’ –whole- completo, algo o alguien que está lleno. Pleno. Sin la ‘w’ –hole- Hueco, agujero, vacío.)

No importa si vas,
si llorás o besás;
acá siempre hay algo para vos.
Las cosas son así, y así no es siempre como nos gustaría,
pero tenemos mente e inconsciente para poder soñar,
y dibujar con las nubes,
y llegar hasta mañana,
y reírnos después por haber pasado un día más con vida.
Te quisiera inventar un nuevo lugar
donde nada te toque ni nada te alcance.
Te quisiera diseñar una escafandra transparente,
que contenga tu mente incandescente
y prive al exterior de llegar a vos, porque con vos ya tenés bastante…
y así llego,
llegué,
y seguiré llegando.

No importa si estás,
si gritás, callás o cantás,
acá siempre hay lugar para tu voz.
Antro suicida, mariposa negra arrepentida, esto no es eso, y eso no es aquello,
y las familias de palabras se quedan en la primaria,
y las conjugaciones pertenecen a la secundaria,
y los tiempos hablan y ríen, callan y dan tumbos…
Ministerio de las cumbres eternas,
hundite en la bañera y dejá que el agua hierva y te arranque la piel en su hervor.
Probá lo que es ser sólo alma y vagá por la ciudad;
yo me río de costado, yo me siento por ahí.
Vos volá,
vos llegá.
Porque llegás,
llegaste,
y seguirás llegando.

Atleta infinito, acróbata inconsciente,
dejá que el sol te seque por fuera y por fin abrazate con el mar.
Calidoscopio de las mil y dos prismas,
veo tus colores y me fundo en tus matices,
hago metástasis en todos tus estados, probeta del tiempo...

Zapatillas aún sin taco,
corderoy chocolate,
sobretodo té con leche...
Pasos de hombrecito, principito de obeliscos,
artista de exteriores, expositor de interiores,
sensibilidad entre mis huecos,
abrazo azul,
boca escarlata.

Amigo de siempre.
Espíritu sugerido.
Alma compuesta;
demonio gemelo.

 
Lala, none other, a las 12:53 AM 49 [They treat horses, don't they?]
Monday, September 18, 2006
Ya nomás, no más.
Así como el humo vuela al exhalarlo,
yo te exhalo por última vez.
Y ahí te vas, vos y todo vos, y sólo vos:
a volar.


Y qué hacer...
cuando el amor brota a destiempo,
cuando de un lado el mar le ganó a la orilla pero del otro, a su vez y hace tiempo, la rambla hizo sucumbir al mismísimo mar…
Te veo. Como ayer, como hoy:
como siempre.
Y veo la distancia, la irrealidad,
la búsqueda que jamás encuentra porque aquello que busca hace tiempo que partió de allí.
Y el tiempo se conjuga en recuerdos y en distancias.
Y los recuerdos son amargos.
Y las distancias; innegables.
Los esfuerzos resultan innecesarios: los pasados no saben vivir dentro del hoy,
y los presentes ahogados de ilusión no existen en los parámetros de la verdadera necesidad y la real comprensión.
Yo una vez quise quererte y no dudaste en quemar mis naves ante la primera oportunidad.
Yo una vez aprendí a subestimarte, a dejar de temerle a tu ausencia, a dejar de respetarte como persona.
Yo alguna vez no dudé en odiarte,
y vos preferiste romper la placa tectónica, vos elegiste moverte de plano y hacerte isla que va en el mar,
y naufragaste en tu propio cauce, y no hubo brújula capaz de anclarte o salvarte…
Y cuando los relojes corrieron,
y las estaciones pasaron,
y las verdades decantaron,
las cartas se repartieron autónomamente sobre tu mesa y comenzaste a ver las cosas tal cual eran:
Quién te había amado,
quién te había llorado,
quién te había salvado,
y de ese entonces conjugado en varias jugarretas del presente surgió un solo nombre:
El mío.
Y yo ya no soy igual, ya volé, ya no estoy, ya me fui.
Y no lo ves,
o quizás, tal vez, no quieras verlo o no estés preparado para el acontecimiento de la realidad.
Y es así que la Julieta que conocías mutó:
Porque en vez de anclarse al dolor entendió que con ese dolor ella podía crecer,
porque prefirió la alquimia hecha a mano que la magia de los cuentos para dormir tranquila,
porque prefirió ser, en vez de sólo recordar.
Quizás ahora entiendas que sólo se nace después de sufrir,
y espero que tu bautismo esté pronto a llegar, para que puedas estar, para que puedas ser…
Ya no más conmigo. Ya no más.
Ya mis sentidos se retiraron de vos,
ya la abstracción levantó la sien de la conciencia y la verdad:
No quiero quedarme y dejar que las aguas corran incesantes,
los amores azules que se pueden perder entre un pasado tortuoso y un “presente” platónico son posibilidades que de irse, ya jamás volverán,
y el tiempo y el amor perdido entonces
serían más platos rotos sin pagar en esa deuda que hace bastante, tenés para conmigo.
Hoy lo siento:
Tantas veces intenté decir que te perdonaba sin sentirlo siquiera que ya todos aquellos intentos prescribieron en mi propio dolor.
Hoy lo siento. Hoy lo puedo decir:
Estamos a mano; porque a espaldas de alguien uno puede hacer y deshacer, pero cuando estás con esa persona es preciso que te esfuerces en sustentar todo un universo.
Aunque falso.
Aunque vacuo.
Aunque nadie nunca me haya dañado tanto:
Sospecho que sólo me faltó tener tiara o corona en nuestra realidad.
Bizarra, pero real al fin.
Hoy volá.
Yo no choco manos con el pasado, yo del pasado aprendo, pero eso no implica que me vuelva hacia atrás.
Es una pena…
Hoy vos tan enamorado y hoy yo tan elevada.
Hoy me necesitás tanto, y hoy me doy cuenta que te dejé tan atrás que por momentos ni siquiera te veo al voltear para ver aquella ruta.
Hoy andate. No por mí, sé que te hace mal.
No quiero analizarte, no quiero ahondar en lo que fue y no puede ni debe regresar, no puedo brindarte una solución:
No la hay, Anclado en Coruña.
El tiempo pasó,
y las fantasías amorosas nunca me han terminado de gustar.
A mí dame sol, dame calles de concreto, dame besos, dame abrazos, voz, piel, sexo, risas y sonrisas…
A mí dame cartas cuando lo sientas,
no cuando sean tu único medio de comunicación.
Hoy intentá salvarte, no te rindas a tu suerte.
Yo aprendí a salvarme, a valorarme, a respetarme, y a alejarme de aquello que me haga mal.
Buscá una causa por la que luchar y peleá por ella hasta el final.
Volvete capaz de asumirte entero, y afrontá tus propias limitaciones y consecuencias.
Ya no más yo. Ya no más Ju.
Ya no soy tu estandarte, ya no soy tu bandera.
Con ése cuerpo débil,
con ése rostro ya sin maquillaje,
con ésos huesos ya alejados de todo camuflaje,
con ésas defensas tan bajas…
Trapecista de todo lo que no se debe hacer ni ser, no sólo estás lejos.
Tenés una imagen y no te favorece,
yo jamás creí en eso de que la gente fuese capaz de cambiar:
Somos, en esencia, lo que somos
y tu esencia no se condice con la mía.

Vos sos una dentadura filosa que no vacila a la hora de depredar.
Yo en cambio, soy un reflejo que decanta verdades y refracta la luz, eclipse andante.
Después de todo, todo ha cambiado, pero hay algunas cosas que aún permanecen igual…
Vos, rey de los aviones,
cuando a mí siempre me gustó caminar.

 
Lala, none other, a las 7:16 PM 8 [They treat horses, don't they?]
Sunday, September 17, 2006
Mirá ese cielo... lindo día, ¿no?

Ghetto de ecos que resuenan, justo ahí, donde el barrilete quedó enredado entre los cables.
Como cuando éramos más chicos, y pensábamos que los barcos de papel no se desintegraban en el agua o que aquellos otros encerrados en botellas habían entrado enteros y no sabían cómo salir…
Una recorre el ghetto desde sus all star té con leche y se da cuenta de que si no fueran botitas, sus talones temblarían.
Todo derruido.
Todo consumido.
Sangre en la alcantarilla y grafittis que hablan de esa etapa que el común denominador de la población cataloga como ‘infancia.’
Caras gastadas como monedas que proscriben y devalúan en decadencia por el uso y el desuso:
Abuso.
A-buzo; a bucear entonces, por eso que te contiene y te hace brillar. Que se haga la luz. Que se haga de noche...
La química ahí, siempre como cuestión de fondo, fantasmas y abismos que dificultan el mecanismo de respiración, como sueños truncos, como pasados rebobinados siempre a punto de alterar el hoy, como ausencias furtivas y amores platónicos de algún teatro de revistas. Torbellinos de imágenes que no se pueden ni siquiera intentar rozar con las manos porque no están. No están...
Sexo fácil y barato, nada de rituales. Pocos ratos de luz…

Mirá, nene, igualmente hay paz en ésta zona de la Tierra.
Y complicidad, y risas, y huecos donde acomodarse y donde encallar en muda o sonórica comprensión.
Nene, en éste lado del planeta también hay necesidades, y también se puede vivir.
¿Ves? Tenés un par de zapatillas muy parecidas a las tuyas sentado ahí, al lado de tus talones, en la bajada de este famélico e incandescente cordón.
Puede ser que por una vez, pertenecer a una misma vereda sea todo un hogar.

El barrilete se desata.
Y de a poco,
comienza a remontar.

 
Lala, none other, a las 2:08 PM 9 [They treat horses, don't they?]
Saturday, September 16, 2006

Mudo parque rodeado de muros,
se puede saltar del otro lado,
se puede ir a ver qué esconde el más allá…

Así se escribe la historia,
así se fabrican las memorias, selectivas, tal vez…

Revelaciones duales unidireccionales, dicotomía de los símbolos que rozan la tragedia con la comedia.
Máscaras que caen al piso y muestran la conjunción del rojo y el azul de las venas; tal como los matices en las llamas de las hornillas encendidas.
Índigo, algún tipo de aptitud para encontrar lo que espera más allá del vacío de las confusiones y un escenario de dementes que destilan momentos que resultan incitantes a la hora de buscar acomodarse.

Conciencia de ser, en todo aquello que se sabe.
Reflejo de todo, otra sombra dentro de la propia.

Tejer y destejer, hablar y callar, resguardar y cuidar, todo en el mismo entreacto.

Centella que viaja, desprendiéndose de todo aquello que desafía las leyes de la gravedad y que se hace presente, y te recuerda que los desvíos a veces son atajos y que cuando llega la estación del sol no hay calles sin salida; que detrás de cada callejón hay una Corrientes por descubrir.

Intento de hacer contacto con tacto.

Con.tacto. Así fue cómo llegamos.

"There's lots and lots for us to see
There's lots and lots for us to do,
she is electric, can I be electric too?"
She's electric - Oasis (made my day!)
 
Lala, none other, a las 12:37 PM 6 [They treat horses, don't they?]
Wednesday, September 13, 2006
Zapada.
Algo de humo que va rebotando contra el techo y va haciendo piruetas por toda la habitación.
Músicos y manufactureros de la voz que nace y se agiliza contra las cuerdas.
Que cada compás tenga una rima medible en decibeles eléctricos. Que la acústica tome el lugar por sorpresa mientras el piso comience a hacer las veces de escenario rebelde, cenicero ambulante. Que la habitación se vuelva peatonal de sueños cristalinamente verdaderos mientras el colchón empiece a supurar notas.
Bailar sin bailar, muy por detrás de la música.
Sonidos que hablen de todo y nada, que tiñan desde el silencio de las pausas la oscuridad con luz, la ignorancia con conocimiento.
Religión para una nueva creencia, fe que nace de los residuos del ayer y del casi-hoy que no se ha querido involucrar y que anteriormente nos ha dejado chocando contra el muro de los lamentos que se iba formando paciente y constante sobre nuestros cuerpos por esos entonces resecos. Fresias con perfume que brota de la noche de los rituales para destapar las fosas nasales que se habían paspado de llanto y angustia no correspondida, escamas que nos han hecho nadar en la miseria y que supieron volvernos vulnerables, pero sin embargo, capaces de alcanzar la efervescencia de los deseos que intentan trascender.

Recital sugeridamente intimidante,
y canciones inventadas que detallan a la perfección los sentidos de complicidad y pertenencia mientras el mundo solitario, allá afuera, comienza a envidiar la alquimia que emana desde la parte que no se ve de la música.
Rodillas rasgadas de tanto escalar las montañas de hielos eternos, hoy se ríen al ver estalactitas en la heladera.
Algo de alcohol, y mucha humanidad.
Zapada.
Y la cortina se va cerrando, muy por detrás de la música.

Che, incandescencia,
¿a dónde vas?
No ves mis zapatillas pero sí mi cigarrillo, y mis pulmones tan llenos,
como esas cosas que aunque no las veas sabés que están.

Horizontal.
Horizonte tal.
Tal horizonte.
La posición horizontal no sólo sabe dormir; es tan azul...
Tus intenciones obtusas…

 
Lala, none other, a las 8:51 PM 7 [They treat horses, don't they?]
Monday, September 11, 2006

Suministra la bufanda porque no es lo mismo corta que larga o larga que corta y a veces es preciso ese toque que te quede bien, que te haga sentir bien, y al que sea factible acostumbrarse.
Y ventila sus restos en el colchón, porque debajo de la cama guarda otras cosas que preferiblemente es mejor que no vean la luz.
Sería bueno que trascienda.
Sería bueno que se encienda.

Jugué al truco con esa sombra
y sin querer
(o no sé, sospecho que también quiero, porque quiero, y porque no quiero que la sombra quiera sola)
hasta la ropa tuve que darle.
Sarcástica,
creo que soy la mala influencia de la alta compañía
y verborragia,
y alcohol,
y sol con aire libre,
y noche con obelisco,
y dos círculos concéntricos de marihuana celeste tirando a azul.

Colmillos de marfil afilados con sacapuntas. Loca por fin, vomito lo que es mejor dejar salir.
Inhalo y exhalo.
Y la trascendencia de los momentos llega, penetra, acaba y jamás mira para atrás.

Tengo una tendencia a mostrarme por partes,
pero creo que según el prisma de la consideración compartida ya no nos quedan partes para sorprendernos.
Y tengo imágenes que no presto,
porque al obturador a veces lo llevo puesto
(como una remera, o un sweater, o como éste par de pantalones)
y mientras la impersonalidad obsesionada pregunta,
y cuestiona
y se retuerce de ese modo en los centros del templo de un par que le queda lejos,
vos y yo nos miramos a los ojos en tu cama.
Y me mordés los labios
y me autografiás el cuello
y creas notas con una guitarra muy liviana,
casi tan liviana como yo,
por eso a veces pareciera que nos confundís y buscas en mí las cuerdas,
y por eso me levantás tan arriba,
para después bajarme y hacerme quedar entre tus huecos,
y hacerme retroceder, espalda contra la pared, y todo eso que ya se sabe y que no hace falta detallar.

Bueno, listo, dale… vení.
Flasheala conmigo porque eso nos sale muy bien
(y además tus ojos en el obelisco me miran a mí)
reíte que te conozco y sé muy bien que sos el demonio gemelo.
No me pelees,
a mí me gusta más cuando te reís.
Haceme cosquillas: acá en tu cama nos miramos a los ojos.

Y no te preocupes si se rompen los platos,
yo no tengo problema, en la basura se hundirán.
Y seguimos muy tranquilos. De gran charla y grandes sonrisas.
En tu cama.

(Nunca subestimen a una nena flaquita con cierto dejo de perversidad en los ojos. Reíte, demonio gemelo. Reíte que a mí la carcajada me está por quebrar los labios -como vos, de a ratos- A tu salud. Y a tu suerte, que no es poco.)

 
Lala, none other, a las 12:17 AM 9 [They treat horses, don't they?]
Saturday, September 09, 2006

Cospel de sensaciones para un estilo desgarbado de monedas pero redoblante para volverse efervescente.
De-mente enfermiza, y gamulanes que es mejor dejar tirados por el piso.
La estación muta, cambia, evoluciona…
llega; siempre llega.
Bolsas y paquetes de distintos polvos; y alucinógenos hechos cócteles que la memoria se encargará de cristalizar.
Fotos de sonrisas desprevenidas y la ropa interior ordenada en un cajón, por color.
Mano en el pecho: los dedos quieren emular los latidos del torso blanco.
Riendas y amarras que es mejor no anclar, ni batallar, ni apresurar porque todo llega.
La variedad y la variación se hacen de cuerpo presente:
La mística cede ante el realismo de la sangre que se proyecta a través de las córneas.
Cospel de berrinches y enojos, soliloquios momentáneos que gravitan y hacen perder el eje.

No te alejes del centro…
No te alejes del centro, nena.

Magnetismo sin tarjeta para pecados inocentes y cuellos impunes que transitan y peregrinan los montes planos de las calles de la ciudad.
Y carteles a los que les faltan luces, y letras por encender.
Alumbrado público y un pubis barrial.
Barro con detergente y situaciones limítrofes que hablan del saqueo de la soledad.
Burbujas para la nena, fragilidad para vivir y para ser.
Estar y trascender, elevarse y no caer, llegar hasta ahí y renacer, y que la ropa que fue revoleada permanezca en donde quedó tirada, por lo que duren algunos momentos de celebración.
Estar y estarse. Detestar el subte si no hay más cospel, aunque sea momentáneo. Odiar el subterráneo si no aparece el cospel.

Trompo que se mantiene girando, no te salgas del eje, nena.

Beso en el ombligo que lo perfora y lo atraviesa de lado a lado. Cintas y lazos en las caderas y más arriba, hacia la cintura y los huequitos que asoman desde el borde del jean.
Cerveza en el pasto. Té en el suelo.


No te enfermes tanto, nena.
No te alejes tanto…
No te alejes de tanto, nena…

 
Lala, none other, a las 1:02 AM 5 [They treat horses, don't they?]
Friday, September 08, 2006
A ver si nos entendemos de una buena vez, porque yo seré inestable; pero hay gente pelotuda por llamarlo de algún modo...

CALI I dice:
no, algunos son blancos, nunca viste un pato?
CALI I dice:
son esos de pico y plumas
Junio [aquí o allá, aquí o allá...] dice:
sé lo que es un pato
Junio [aquí o allá, aquí o allá...] dice:
.................
Junio [aquí o allá, aquí o allá...] dice:
pero la mayoria son negros, por eso preguntaba
CALI I dice:
no tambien hay blancos
CALI
I dice:
www.patosblancosparaju.com
CALI I dice:
no se si existe la pag
CALI I dice:
aver...
CALI I dice:
buuu no existe
CALI
I dice:
a que te caias de culo si existia

A ver… después de una semana del ojete, de las peores que recuerdo, todas esas ganas de irme a tomar aire, a caminar por Corrientes que tenía para ésta noche, aunque sea un rato, se me fueron a la mierda.

Y la gente que tiene que estar no está. Y dicen, hablan, te tiran para arriba, y listo. Queda ahí.

Quiero que sepan que si pido que me abracen es porque lo necesito, no porque sea de pedir esas cosas: si las siento me salen, y ya. Como me puede salir un beso o cualquier otro gesto, y cagarme en el mundo y jamás arrepentirme de mis pulsiones.

Y una tiene esto, la otra lo otro, aquel no sé, el de más allá quién sabe… y de repente te das cuenta que sos la boluda que corre por todo el mundo y que una puta vez que necesitás vos… espacio vacante.

Y quiero que sepan que después de que todo el mundo se abre de gambas en el preciso momento en el que para terminar de salir te hace falta una mano conocida que te entienda o que solamente se quede al lado tuyo, aunque no emita sonido alguno, que aparezca mi ex desde España y se ponga a flashar con un tema tan profundo como son los patos, es lo más triste que le puede pasar a un ser humano.

A pesar de todo esto quiero que sepan que los sigo queriendo, que les voy anotando fichines en contra porque soy muy buena pero me rompe soberanamente las pelotas el forreo cotidiano. Pero insisto: los quiero, en demasía. Y la semana que viene cuando alguno la delire y venga gritando que se quiere ir de la casa o que ese amor que evidentemente no va, no va y no va a ir anula todo lo demás o que se quiere cortar las venas porque tiene más problemas que los Pérez García o que sus pasados han vuelto de visita y el mundo se siente así de mal, ahí va a estar Ju para consolar a medio Buenos Aires y alrededores también, por qué no... No se preocupen, Juli sigue, Juli los banca, Ju es incondicional: no tienen por qué alarmarse, duerman tranquilos. Juli sigue haciendo las veces del angelito de la guarda que vela sobre todos sus cuellos, almas y corazones.

Y no es que no sepa los dramas de cada uno. Sé que para cada uno hay una cruz según el día, pero viste que justo la mina que siempre está al pie del cañón nunca necesita a nadie, y justo que necesita... justo que necesita... no importa, dejemoslo ahí.

Y sepan que si de repente desaparezco de la faz de la tierra y no me encuentran por algunos días es porque estoy mal, pero ya aprendí, y entonces me ahorré el pasito de necesitarlos o mejor dicho, me ahorré la parte esa en la que les demuestro que los necesito. Me voy a acostumbrar a hacer un pocito en la tierra y a quedarme ahí subterráneamente hasta que se me pase y al fín salga, y nos volvamos a ver, y nos pongamos en pedo, y nos riamos a carcajadas, y jodamos, y listo, aquí no ha pasado nada...

Éstas son las cosas que pasan cuando una junta y aguanta y se calla durante tres días. Y guarda que no haya dicho nada de esto en ninguno de esos tres días, porque encima que estás tocando fondo, llegás a mandarte reverendo grito y sos la loca, la turra, la forra, y encima se te enojan...

Y también quiero que sepan que por mí, hoy, se pueden ir todos bien a cagar. (Y ojalá que no haya papel, y se tengan que dar de culo contra los azulejos)


[Y quiero que sepan, mis queridas almas cercanas, que éste post habla de todos ustedes, no dejo a nadie afuera. Ni a ella, ni a él, ni a los de más acá, ni a los de más allá. Honestidad brutal, pero la verdad, que de ésta no se salva nadie. O pensándolo mejor: de ésta no tengo ganas de salvar, excluir o exceptuar a nadie. Todos somos muy buenos hasta que nos meten el dedo en el culo. Si miraste el monitor y pensaste que ésto a vos no te incluía, tengas la cara que tengas entre mis caras más valoradas, sabelo: te equivocás.
Y no quiero ni un sólo "qué forra" ni un solo reproche al respecto. Alguna vez dije que mi originalidad no era original, sino que era el resultado de todos los seres que me había cruzado en la vida. Bueno, acá pasa lo mismo. Mi bronca no es fortuita ni mucho menos caprichosa: es el resultado del esfuerzo mancomunado de todo lo que ustedes pasan por alto, o de todo lo que toman de mí, y jamás devuelven.
Y no es de mala, de forra, de egoísta, de pretensiosa o de lo que prefieran decir. Es de saturada, lisa y llanamente.
Y si herí susceptibilidades, pónganse una curita. Hoy estoy ocupada conmigo misma. Otra vez será.]
 
Lala, none other, a las 7:47 PM 8 [They treat horses, don't they?]
Thursday, September 07, 2006

(Y hoy estoy mejor que ayer, pero seguramente peor que mañana.
Todo se lava; quiero sol, quiero sal.
Sigo queriendo un abrazo y un botón que presionar para frenar el tiempo y ya no crecer más,
y congelar el mundo, pero logrando que siga haciendo calor.
Quizás no sea nadie, pero quizás al no ser alguien pueda llegar a ser ‘algo’
y ese algo, quien sabe, puede ser un puente o un cable a tierra para alguien más.
Quizás esté manteniendo en pie al que duda de su capacidad humana y de a ratos cree que sería mejor ver las cosas pasar desde algún costado del camino; quizás hasta esté marcando el camino. Quizás me gusta cuidar, y me acostumbro y de a ratos caigo, y toco fondo, y sólo me queda cantar.
Quizás no me tenga que ir a dormir todavía.
Quizás tenga que seguir usándolo, seguir bombeando.
La uña del meñique izquierdo pintada de negro, la pulsera y las venas que revientan de tan azules.
Es medio inexplicable (como casi todo últimamente), pero en medio de éste torbellino volví a mi estilo: ya se me distingue fácil del montón.
Quizás me vendría bien salir del montón por algún rato…
Y quien sabe; si me dijeras que soy humana, en este preciso momento, quizás hasta lo creería. Y me sonreiría.)

Tengo memoria para dominar pretéritos rebeldes que traen preguntas y cuestionamientos a medio camino que se responden hoy día.
Tengo una psiquis fotográfica que va generando imágenes obturando flashes entre pestañeo y pestañeo.
Tengo párpados finitos que acumulan de todo; bolsillos del rostro.
Y tengo sol para septiembre y calor para octubre y preguntas honestas y algo inocentes que al hacer contraste con mi lado perverso parecieran estar endemoniadas.
Tengo la curiosidad de una nena de 5 años, la suerte de alguien que vivió 50 vidas, la sagacidad de alguien que murió 500 veces y el alma de 5000 personas diferentes unificadas en una sola.
Y de a ratos me acuerdo de lo cercano.
Y de a ratos me río.
Y de a ratos necesito.
Y de a ratos me voy a dormir y dejo de existir hasta el próximo día porque sé que es parte de mí.
Hay nenes en la ciudad que van levantando miradas,
Corrientes me conoce bien.
Y cuando camino, trato de seguir la línea de las baldosas sin mirar para abajo,
como si el suelo fuese una pasarela que cotice bien,
como si la voz de al lado fuera un eco suspendido en el aire que canta, ríe y la flashea, la delira y la vuelve a delirar.
Y de a ratos se sincera.
Y de a ratos se esconde en mi hueco.
Y de a ratos clava estacas o lanzas con los ojos.
Y de a ratos se abstrae y deja de existir, porque sabe que soy parte.
Piezas de ajedrez y una guitarra liviana, callejeros y arte fumando en algún escalón.
Fichas para jugar a las damas y un block de tapa celeste, casi azul, con una birome rosa que cruza los espirales.
Espiral del silencio: a veces es mejor escribir.
Y de a ratos nos entendemos, de a ratos nos pervertimos, y de a ratos todo lo que va entre medio también.
Y de a ratos solamente nos vestimos y nos enfundamos en piel.
Y de a ratos parecemos sólo secuaces sexuales.
Y de a ratos nos personificamos y amarramos manos con la realidad y sus presentes.
Y de a ratos situamos a los ausentes en su innegable y real ausencia.
Y de a ratos nos interpretamos en silencio porque sabemos que somos parte.
Ángeles recíprocos con alas de cemento en una ciudad de gárgolas.
Demonios que congenian y se queman, de adentro hacia fuera.
No sé explicar muchas cosas, pero sé sentir muchas otras.
Sé perderme entre la gente pero también sé dejar una huella a mi paso.
Sé qué hacer para que mi figura, o mi rostro, o mi mano, o simplemente mi cintura se distinga entre la multitud que genera la marea humana.
No sé nadar, pero entiendo del arte de flotar.

Todo se lava con las horas.
Todo cae en su lugar con las horas.
Y de a ratos dormito.
Y de a ratos escapo.
Y de a ratos me fugo,
porque de a ratos tiene mi misma medida y a veces me dobla el talle y pienso… “yo, una chica tan chiquita, tan flaquita… es mucho.”
Y de a ratos me río.
Porque sé que es parte de mí.

 
Lala, none other, a las 4:23 PM 10 [They treat horses, don't they?]
Tuesday, September 05, 2006

(Y desde anoche llueve en mi casa. Y mi vieja quemó todos los paraguas. Cualquier semejanza a un día de mierda en la vida de una chica de mierda, es mera coincidencia, y mera angustia.)


Ella está metida en un agujero,
tiene las manos frías, siempre,
y tiene un nudo en la garganta.
Hija de dos monstruos que tuvieron ganas de copular, llegó al mundo.
Ganas de irse,
camino muy, muy recto.
Escondite, y alejamiento de todo.
Yo soy tan feliz en mi burbuja,
tan feliz…
Ella necesita que la salven.
Que le den la mano y se la lleven bien lejos porque los límites cada día se borronean más,
como se dilatan las pupilas en sus ojos.
No necesito nada,
nada más que mi burbuja.

Desperdigada y sin tornillos que hagan presión para que cada parte se quede fija y entonces, evitar que la estructura tiemble y se caiga.
Consecuentemente dispersa y a la vez concentrada.
Quemada. Y reducida a cenizas que impregnan toda la habitación.
Saturada. Cansada. Aturdida.
Desequilibrada.
Emocionalmente violada.
Mentalmente corrompida.
Corrupta dentro de los límites de mis propias convicciones.
Oxidada, ácida, áspera, nena a punto de quebrar.

Yo ya sé que no soy nada.
Yo ya sé que no soy alguien.
Yo ya sé que no valgo nada,
que no soy nada, y que no sirvo para nada, pero justo hoy no tenía ganas de que me lo recuerdes, ¿sabés?
Justo hoy ya no sé si agradecerte por haberme dado la vida o mandarte a cagar porque me insertaste en este mundo de mierda.
Yo sólo quiero fugarme a un satélite y no volver nunca más.
Y vivir del arte, música o palabras, lo mismo da.
Yo sólo quiero desaparecer y no explicar,
dejar de estar, dejar de ser.

Yo solamente quiero un abrazo y llorar.
Yo solamente quiero que me dejen en paz con mi burbuja porque afuera de ella el mundo y todos los que lo llenan me hacen mierda.
Yo solamente necesito un abrazo.
Nada más.

 
Lala, none other, a las 6:48 PM 15 [They treat horses, don't they?]
Monday, September 04, 2006

Concéntrico, enrulado.
Escalera caracol y una soga que sirve para infinitas cosas.
Tender ropa
(¿Qué prendas?)
Saltarla
(¿Cómo?)
Delimitar un espacio
(¿Dónde?)
Ahorcarse
(¿Por qué?)
Atarse a alguien más
(¿A quién?)
Saltar hacia otro lado
(¿Cuándo, precisamente?)
Ella sube y escala, y no está sola.
Es un obelisco de ladrillitos apilados atravesados por una soga que no se ve.
Epicentro del mundo.
Tácito kilómetro cero,
y epitafio de absurdos y no tanto.
Soga de razones y razonamientos,
llegar al nirvana y encontrar muerto a Kurt,
¿La soga se corta?
Sí. Por el lado más fino.

Por el lado más grueso,
dos extremos de la misma soga que se unen en forma de nudo,
concéntrico, intrínseco, escalera caracol con pequeños hilos que se rebelan al estrujarse.
Y una panacea disfrazada de recipiente que va juntando aquellos hilitos que van cayendo.
Los junta.
Los resignifica.
Les da una palmada en sus hombros deshilachados y les dice que ahora constituyen un ‘todo’ cóncavo y convexo.
Éste texto no tiene sentido.
El nirvana no se alcanza porque Kurt ya está muerto.
Pero si Kurt murió ¿cómo no desvanece su voz de aquellas grabaciones?
Quizás no murió del todo.
Éste texto no tiene pies ni cabeza, es sólo ombligo, es un simple y llano delirio de una mariposa sobre el cóxis.


Quizás al documentarse se hizo carne y fecundó en su propia herida en forma de voz y armonía.

Por el lado más fino, tal vez al documentarnos nos hacemos carne y fecundamos las heridas en formas armónicas que ocupan un lugar, que tienen perímetro y superficie, aunque no calculable.
(Jamás calculable. ¿Cuestionable? No sé, si la pregunta quema, mejor la contesto mañana.)
Por el lado más grueso,
ella sube y escala.
Es un obelisco de ladrillitos apilados atravesados por una soga que no se ve,
epicentro del mundo,
tácito kilómetro cero,
y epitafio de absurdos y no tanto.
¿Eso no era el lado fino?
Creo que ambos lados son iguales, y que las sogas entonces son susceptibles de cortarse en ambos puntos, y que entonces los dos puntos son cóncavos y convexos respectivamente, y que de esa unión sale un ‘todo’, y que ese ‘todo’ es real, no imaginativo, y que lo real siempre le gana a lo imaginativo porque lo real se siente y lo imaginativo se sufre.

Y ésta mañana cuando me desperté me quedé un rato en la cama mirando el techo y me puse a pensar.
Y si bien sigo sin poder dar explicaciones, paradójicamente ya me lo puedo contar.
[De hecho, me lo estoy contando.]
Y entonces es así. Bueno, eso…
Y el cigarrillo se consumió y casi quema la mesa de luz,
me hace mal fumar sin desayuno, me vacía la cabeza y me pega el estómago a las paredes de la cara interna de la piel.
Y entendí mucho, e hice mío al conocimiento, y vi la puerta.
Y me di cuenta de que una conclusión que te saca lo empañado de los ojos es una llave.
Y la puerta estaba atada con sogas finas y gruesas que unían al picaporte.
Y quemé las sogas con mi encendedor.
Y me quedé, como ahora, mirándola de reojo, revoleando la llave que volvía a caer, una y otra vez, sobre la palma de mi mano.

Si Kurt canta no está muerto…
Si Kurt canta, no está muerto.
Y si tengo la llave, y entiendo, el mecanismo del que hablan los manuales es poco para mí.
Y sí.
En cualquier momento giro la llave, cierro la puerta conmigo del otro lado, me decido a trascender de una vez, me vuelvo real del todo y no vuelvo a estar dudando y sin reacción, atragantándome con mi propio imaginario nunca más.

Y me encanta porque a éste texto lo entiendo yo sola, más allá de las libres interpretaciones que serán por siempre bienvenidas.
Y saco la lengua, y me río de costado.

Y se sabe.
Y tengo razón.
Mucha.

Toda.

 
Lala, none other, a las 4:16 PM 8 [They treat horses, don't they?]