Concéntrico, enrulado.
Escalera caracol y una soga que sirve para infinitas cosas.
Tender ropa
(¿Qué prendas?)
Saltarla
(¿Cómo?)
Delimitar un espacio
(¿Dónde?)
Ahorcarse
(¿Por qué?)
Atarse a alguien más
(¿A quién?)
Saltar hacia otro lado
(¿Cuándo, precisamente?)
Ella sube y escala, y no está sola.
Es un obelisco de ladrillitos apilados atravesados por una soga que no se ve.
Epicentro del mundo.
Tácito kilómetro cero,
y epitafio de absurdos y no tanto.
Soga de razones y razonamientos,
llegar al nirvana y encontrar muerto a Kurt,
¿La soga se corta?
Sí. Por el lado más fino.
dos extremos de la misma soga que se unen en forma de nudo,
concéntrico, intrínseco, escalera caracol con pequeños hilos que se rebelan al estrujarse.
Y una panacea disfrazada de recipiente que va juntando aquellos hilitos que van cayendo.
Los junta.
Los resignifica.
Les da una palmada en sus hombros deshilachados y les dice que ahora constituyen un ‘todo’ cóncavo y convexo.
Éste texto no tiene sentido.
El nirvana no se alcanza porque Kurt ya está muerto.
Pero si Kurt murió ¿cómo no desvanece su voz de aquellas grabaciones?
Quizás no murió del todo.
Éste texto no tiene pies ni cabeza, es sólo ombligo, es un simple y llano delirio de una mariposa sobre el cóxis.
…
Quizás al documentarse se hizo carne y fecundó en su propia herida en forma de voz y armonía.
…
(Jamás calculable. ¿Cuestionable? No sé, si la pregunta quema, mejor la contesto mañana.)
Por el lado más grueso,
ella sube y escala.
Es un obelisco de ladrillitos apilados atravesados por una soga que no se ve,
epicentro del mundo,
tácito kilómetro cero,
y epitafio de absurdos y no tanto.
¿Eso no era el lado fino?
Creo que ambos lados son iguales, y que las sogas entonces son susceptibles de cortarse en ambos puntos, y que entonces los dos puntos son cóncavos y convexos respectivamente, y que de esa unión sale un ‘todo’, y que ese ‘todo’ es real, no imaginativo, y que lo real siempre le gana a lo imaginativo porque lo real se siente y lo imaginativo se sufre.
Y si bien sigo sin poder dar explicaciones, paradójicamente ya me lo puedo contar.
[De hecho, me lo estoy contando.]
Y entonces es así. Bueno, eso…
Y el cigarrillo se consumió y casi quema la mesa de luz,
me hace mal fumar sin desayuno, me vacía la cabeza y me pega el estómago a las paredes de la cara interna de la piel.
Y entendí mucho, e hice mío al conocimiento, y vi la puerta.
Y me di cuenta de que una conclusión que te saca lo empañado de los ojos es una llave.
Y la puerta estaba atada con sogas finas y gruesas que unían al picaporte.
Y quemé las sogas con mi encendedor.
Y me quedé, como ahora, mirándola de reojo, revoleando la llave que volvía a caer, una y otra vez, sobre la palma de mi mano.
Si Kurt canta, no está muerto.
Y si tengo la llave, y entiendo, el mecanismo del que hablan los manuales es poco para mí.
Y sí.
En cualquier momento giro la llave, cierro la puerta conmigo del otro lado, me decido a trascender de una vez, me vuelvo real del todo y no vuelvo a estar dudando y sin reacción, atragantándome con mi propio imaginario nunca más.
Y saco la lengua, y me río de costado.
Y tengo razón.
Mucha.
libre interpretación...seguro niña.
Me quedo con que mientras alguien no olvide, no hay muerte.
interesante post.
besos
Ceci