(Tenés la visión de Kurt. Es innegable.)
Y la segunda sensación nace de la primera, y la primera se condice con eso que dijiste hace algunos días cuando te dije que te llevaba cuatro años.
Pero nuestras almas tienen la misma edad, dijiste. Y ahí está lo que mi memoria pasa siempre por alto: no se notan esos cuatro años de desventaja que tenés con respecto a mí, y hasta incluso, muchas veces da la sensación de que nos conociéramos de siempre.
Sospecho que tu teoría acerca de las edades de las almas es la correcta entonces.
Y eso se ve.
Pero no se siente.
Sos 50% agua y 50% aceite y sin embargo lográs la fusión, entrás en combustión muy a menudo con vos mismo.
No te preocupes, que aunque te conozcan, tenés los mil y un pasillos y recovecos dentro tuyo para burlar perspectivas y desconsideraciones ajenas.
[No es digno ser anónimo por pagos tan personales. No te corrompas.]
Y a veces,
Reflejás todo lo que me pasa en una sola palabra, dijiste una noche previa a un viaje en avión. Otra noche te conté parte de mi historia y resultó de tus ojos, que se perdían en las palabras que te iba diciendo, que habías soñado una especie muy especial de sueño, de esos que al ponerlos frente al espejo, proyectaban lo mismo que estás viendo frente tuyo.
No te preocupes que la distancia a la que muchas veces le rezás es la regla de tres simple de la cercanía, entonces el cociente siempre es la proximidad.
La transición es siempre el término medio de un estado a otro, y un estado es lo contrario de la nada. No puede ser humanamente posible que un estado que gravita se conjugue en el vacío. El arte ya es algo. Siempre es algo. Siempre es un paisaje. Siempre es un puente.
[Hay que perderle el miedo a la marea mansa de la noche que se mueve sigilosa a oscuras…]
[“¿Eso lo dije yo?”
“No, yo…. No, fuiste vos.”
“Entonces fuimos los dos, ¿lo ves?”]
No te preocupes. Todo pasa. Algunas cosas quedan. Y todo siempre llega. Y si no llega, se lo va a buscar a alguna estación, aunque ya por ahí las vías se hayan oxidado y los trenes no pasen desde hace tiempo.
Lo leía, y me acordaba de alguien. El texto parece una fiel descripción de un amigo que tengo, y hace mucho no veo.
Nevermind, Julieta. Desde el balcón se puede ver todo (desde arriba); pero si salís a la calle, vas a encontrar más y más gente ló(gi)ca, como vos decís.
Blue eyes would be your 2nd