http://www.makepovertyhistory.org dress me up and let's go to Vegas*
Thursday, August 31, 2006

Si vinieron a leer algo al estilo Julieta vuelvan otro día. Desde anoche que me puse de mal humor, un negativismo muy particular que a veces me agarra de la nada, sin razón aparente. Hoy me levanté y cuando miré para abajo me di cuenta que los dos pies eran izquierdos. De repente me choqué con la fecha: 31 de agosto.
Y de repente entendí que sin haberme dado cuenta antes de que se aproximaba este día con todo lo que representa, de que sin haber reparado en el calibre del calendario algo en mí tuvo la sutileza de encender las balizas y decirme: “Y vos, que consideras que agosto es el vestíbulo de tu sol de septiembre no te olvides que hoy, el día de la transición, es el aniversario del peor día de tu vida” Qué paradoja...

Sabés que a veces pienso que hubiera sido mejor que el cuchillo hubiera generado una herida más profunda. A veces creo que si estuvieras muerto realmente valdría la pena intentar sanear tu imagen. Después me arrepiento, me asusto de mi misma y generalmente termino llorando.
Yo no me explico cómo hace un padre para no sentir que tiene hijos. Y yo por ende creo, y sostengo, que la gran falla de la naturaleza radica en darle la posibilidad de procrear a personas que ni siquiera saben lo que es el amor propio o que lo saben en exceso. Personas como vos no tendrían que tener hijos nunca, así eso implicase que yo jamás hubiera nacido.

Y hoy, a dos años de ese intento de pasar a mejor vida, se junta esa imagen tuya hablando pedantemente como si la cama de la habitación del piso en el que estabas internado fuera tu trono y nosotros tu séquito... me vuelve el momento en el que descaradamente decís que intentaste matarte porque tus hijos eran tres mierdas... me vuelve la cara de mi psicóloga diciéndome “depresión”, el nutricionista diciéndome “anorexia nerviosa” y vuelvo a sentir toda la impotencia y la inconstancia que siempre definió ese tipo tan característico de relación padre-hija que siempre o nunca tuvimos.
Y hoy no sé donde estás, cómo estás, si estás vivo o muerto, si alguna vez te voy a volver a ver o si la última vez que me llamaste fuiste en verdad sincero. Hay cosas que no entiendo, pero a diferencia de otros casos, hay cosas que no entiendo y sin embargo puedo explicar perfectamente. Puedo transmitirlas. Si lo puedo explicar, quiere decir que no fue hecho para sentir, porque lo que se siente, no se explica.
A pesar de eso no te preocupes, papá. El dolor se va pero la marquita te queda. La valiente en todo caso fue mi vieja que, aunque con errores, me bancó ella sola. Creo que los dos, a su manera, deberían agradecer que a pesar de todo, les salí bastante derecha.

En un momento así, donde dejo salir tantas cosas, me doy cuenta de tantas otras. Me doy cuenta de que si no me salvo yo, no me salva nadie, aunque eso no signifique que no me puedan dar la cabeza contra la pared para reaccionar de una vez o ser yo la que de el golpe en algún otro cráneo. Y me doy cuenta de que cuando hay vínculos que te perturban, signifiquen lo que signifiquen, es mejor agarrarlos del cuello y ahogarlos en la bañadera. Y me doy cuenta de que siempre las personas vienen, te arrancan la partecita que más necesitan y después se van, y aunque siempre está bueno eso de ser alguien brutal o vagamente importante para los demás, que los entienda, los escuche, los banque, los haga reír, no puedo evitar preguntarme “¿Y a mí cuando me toca?”
Y me doy cuenta de que perdí tiempo aferrándome a cosas y personas del pasado que si bien me dejaron enseñanzas y experiencias varias, es sólo tiempo que se fue, y que no va a volver, y que mucho menos nadie me puede devolver.
Y me di cuenta de que por colgarme de amores destinados a no ser me olvidé de mí y de la necesidad de estar bien. Repetí mil veces “quiero estar bien” y en el fondo sabía que no estaba haciendo lo suficiente o lo necesario para conseguirlo… es como esa gente que no encuentra otra salida más que querer a la distancia y no admite más que en ratos de profundidad y soledad que esa persona no existe en su realidad sino en su imaginación, y en su deseo de no sentirse tan solos, ahora que ya nos quedamos así de solos…
Y me di cuenta que necesito querer y que me quieran, pero de forma tangible. Porque no me sirve un mail, una charla o una carta que me recuerde lo importante que soy. Porque las palabras son hermosas pero son eso: palabras, y que mientras vos hablas y yo hablo, si no estamos enfrente uno del otro, no sirve, porque el vacío después se siente más, porque corremos el riesgo de fingir por no soltar, de actuar, de hacer de cuenta que te quiero para tapar las heridas, para no soltar, para no perder... Y porque los amores son siempre susceptibles de volverse platónicos y hasta inmaculados y de volverse una ilusión llena de pensamientos y reflexiones... y me di cuenta que eso es lo contrario del amor, porque el amor que se puede explicar, el amor que puede ser narrado o descrito, y los corazones que pueden leerse como se lee el diario, y aquellos que en vez de intercambiar momentos intercambian puntos de vista y paradigmas amorosos, no aman, rellenan espacios que vaya una a saber por qué no pudieron llenar como correspondía en su momento, porque para todo hay un momento, y el amor que se empeña en estirarse de esa forma en el tiempo más que amor es una ilusión proyectada por arriba de la cabeza del otro.
Y me di cuenta que el amor que se idealiza es el amor vano, aquel que necesita aferrarse a una simbología mental (que por lo general le atribuimos al alma, paradójicamente) porque por la razón que sea, no es capaz de estimularse y autoalimentarse para sobrevivir. Y me di cuenta que hay gente que cree sentir cosas por amor que son en verdad producto del acostumbramiento. Y que si te acostumbrás, es probable que en algún momento retengas, y al retener, estás siendo egoísta, y si del otro lado se quedan, entonces quiere decir que del otro lado hay miedo de encontrarse a sí mismo o de encontrar algo verdadero que barra con la levedad de ese amor inmaculado que no existe más que en palabras y en sentimientos tan extraños que no pueden jamás terminar de catalogarse como sentimientos porque a la más mínima incidencia uno se siente para el culo y se va todo a la mierda. Y me di cuenta que el amor es tanto más simple. Pasa y ya. Y no lo podés explicar, porque un sentimiento no se explica porque es un ente abstracto. Y lo abstracto no tiene forma, ni siquiera en grafismos.

Y vos quedate en España, y tratá de frenar esta avalancha para armar un amor de gloria y fantasía. Vos no sos pagano. Yo no soy mística. Somos personas que están muy lejos y muy solas, simplemente eso. El amor de las almas se logra cuando hay enamoramiento. Todo este hoy es deslumbramiento, obnubilación; por eso en vez de hablar de un sentimiento mutuo y de iguales dimensiones y certezas de ambos lados preferimos hablar de almas gemelas y sentidos interconectados. A veces te veo aterrado porque sabés que me doy cuenta de cómo son las cosas, y sé que sos mío, pero no me alcanzás. Sos mío en el sentido en que sé que aunque ahí detrás del monitor me estás esperando, nada más que eso. No sos mío en un café, ni en un beso o un abrazo, ni en un gesto, ni en una sonrisa verdadera o una carcajada sorpresiva, ni en nada que pase en verdad. Estás allá y yo acá, y listo. Es como saber que hay millones de personas que habitan este país, y sin embargo, el sólo hecho de saber que existen no los hace parte de mi realidad. No los introduce en mi todos-los-dias, por ende es un hecho seguro decir que alguien que no está en mi realidad no debe alterarla en lo más mínimo, por eso hasta ahí llegás. Hasta donde yo te dejo, y hasta donde yo te dejo tampoco existe siquiera. Nada de todo esto deja algo en mí. Ni vos, ni tus condiciones, ni tus circunstancias, ni tu espiritualidad que esconde la realidad de la distancia y de lo que realmente no es. El amor es real o no, no es una farsa para hacer de cuenta que necesitamos a alguien. Si necesito, necesito a alguien que cuando estoy mal me abrace, no a alguien que a kilómetros de distancia me haga alucinar con ser igual a mí. No hay nada en el corazón, está todo en la mente. Si hay que sufrir por amor, que sea por amor de verdad, no por meros espejismos que van tapando huecos y que en el fondo sabemos que sólo sirven para emplear el tiempo y dejarlo pasar y hacernos mal. No sirve. Deshacer.

Y me di cuenta de que vivimos en un mundo de implicancias baratas, sordas, ciegas, precarias, verdaderamente falsas, y estúpidamente inconsistentes que se nos hacen indispensables, como cuando nos enganchamos con una novela en la televisión y tenemos que volver al otro día a ver más.

Mundo de implicancias.
Pero no de implicados.
Mundo de mierda.

Por mi última frase de hoy, me sincero por completo. Todo, todo lo que acabo de describir es anestesiante y alucinógeno pero todo, todo lo que acabo de detallar me rompe soberanamente las pelotas, porque nos anula como personas y nos vuelve títeres manejados por limitaciones propias y circunstanciales de todo tipo.

Y no sé; tantos seres impolutos y celestiales y tan pocas personas…
Y no sé; pero yo tengo ganas de ser.

 
Lala, none other, a las 5:13 PM 22 [They treat horses, don't they?]
Sunday, August 27, 2006

(Sospecho que no hay nada más íntimo que el modo en que el arco roza la viola y le va robando sonidos)

Él tiene tantas pero tantas ganas de dejar que una de sus manos se escurra por debajo de aquella campera de jean…
“Tu cultura se parece a la mía” le dijo. “Tu idiosincrasia parece ser mi catalizador” le respondió; y saben que todavía hay cosas por saber y que aún no saben y sin embargo se los ve tan ávidos de aprender…
Poné música de los ’80, hacé un chiste de vos mismo.
Resoplá en el aliento de las momias del ayer que nos hacen recordar cómo hay que caminar hoy.

Él le busca la cadencia en cada palabra y ella en cada gesto. Buscan algo que ni ellos mismos pueden definir con precisión y exactitud.
Ella ríe. Sólo ríe. Por momentos se jactan de las instancias anteriores que habían pateado los tableros de tanteadores convencionales.
“La sangre bombea raro…” pero sin embargo hasta ahora han sido ateos al momento de hablar de transfusiones.

En los ojos a veces tienen algo que pareciera indicar que tienen ganas de pedirse cosas oscuras y bizarras. De romper con los moldes. De bailar por las calles y empezar a saltar catacumbas.

“Plantemos un libro.”
“Escribamos un árbol.”

Luces de neón por todos lados resplandecen por la divina gracia de haber nacido en este país en los ’80 y sin haber vivido la represión de los cuerpos y las mentes saber perfectamente de qué trata la opresión del alma.
Bandera escarlata: Yo siento. Yo pienso. Yo sufro. Yo busco. Yo encuentro. Yo soy.
Centinelas de todas las noches, ella le tiene más miedo a la oscuridad que al resumen final del veraz de los pecados y sus contingencias.
Animales de selva hechos ángeles recíprocos en una aldea de evolución material con retoques falsamente pro, falsamente retro, guirnaldas de cemento y adornos de concreto, perversamente trivial y ofuscadamente leve.

Él le demuestra algo desde su mirada y entonces cuando le habla, sus ojos se vuelven estacas y aquel cuello es un trozo de pan. Santifica su cruz. Sacrifica lo solemne de la soledad.
“Dame tus zapatillas, les voy a poner tacos. Parate sobre tus tobillos: te vas a lastimar de tanto moverte en cuclillas.”
No creen pero se piden rosarios.
Dame fe, volvámonos creyentes de esa mística entre dos entes que no forman parte de la masa amorfa pero que sin embargo, llenos de sosiego, van empezando a entender.

“¿A qué le tenés miedo?” le pregunta.
“A la oscuridad, al dolor físico, a los calambres nocturnos, a las cucarachas, a los ovnis y a las arañas gigantes.” Hay muchos miedos que se tendría que haber sacado durante su infancia, y lo saben. Y a pesar de saber ciertas cosas hay otras que todavía no saben, y en un medio en donde el descrédito aferra manos con la educación, los raros se ven tan ávidos de aprender… transición que hasta derivar en estado o puente será compensación. Almas sugeridas.

Y quizás cobren en retroactivos; son cosas que pasan.

Y después se van a un lugar lleno de gente.
No para perderse en la multitud, no.
Para diferenciarse, y no ser dos personas aparte del mundo; sino ser dos raros en un mundo aparte más chiquitito que el mundo grande.

 
Lala, none other, a las 4:44 PM 10 [They treat horses, don't they?]
Wednesday, August 23, 2006

[limadura de un miércoles lluvioso en pleno agosto – on fire es la frase del día, sin dudas]

…y así es como de un impulso la cadena se sale y hace que una puta mental sienta la corriente y no la electricidad. Y así es como de a pares nos metemos en una masturbación en sociedad. Queremos más. Necesitamos más. Y no es que seamos hipócritas: es que somos demasiado humanos. En la era digital seguimos siendo anacrológicamente análogos: todavía cuesta hacer coincidir las agujas de los relojes…

La especulación se puede ir bien a cagar por debajo de la frazada que a su vez esconde las sábanas. Hay algo en los ojos que los va volviendo más humanos que héroes desdichados. Más sangre que gloria. Siempre queda algo más por aceptar más allá de la ternura coloquial que traspasa las puertas hasta llegar a la visión en rojo y el deletreo –o el intento por deletrear- cada sonido y hacerlo imagen en movimiento.

Acá hay huérfanos vestidos como nosotros, y los huérfanos tienen necesidades especiales.* De repente y sin saber por qué hay que poder darse cuenta de cuándo hay que tirar a la basura las imágenes retóricas de nosotros mismos que ya no calzan cóncavas y convexas en este sistema tan pervertidamente escatológico –lo perverso no entiende de rituales, y por más que no se crea, una vez que la ceremonia haya comenzado será sacrilegio intentar detenerla; la cadena está aprendida de memoria: lo sexual que se enquista en la erosión, después la calma y por último el misticismo de la intimidad; real o prefabricada.

*nota de la trola mental: acá hay huérfanos vestidos como nosotros, pero hay que reconocer que cuando cogen son piratas que nada conocen acerca de carencias.

Cada uno de los poros que conforman la piel y los cuerpos están tratando de desprenderse de la soledad. Hay un par de nuevas creencias teológicamente comprobadas que van tiñendo algo que los sofisticados llaman “alquimia” –acá las paredes están tan frías y el piso y el más-abajo-del-piso tienen tanta temperatura…
[Un poco loco pero no bizarro.
Un poco frígidos y un poco prostitutos.
Un poco consumidos pero no del todo devorados] – al menos no por ahora

Hay olvido en una habitación llena de ratos [paganos] Hay un labio superior que está jodiendo entre dientes que pretenden permanecer cerrados. Hay un labio inferior que está haciendo señas de estar completamente perdido. Hay una tormenta que empieza a hacerse sentir en el corazón del dolor que se quiere despedir definitivamente, una pequeña declinación para un gran infierno.

Debilidades con distinto color de ojos (no hay dos pares iguales, a pesar de la reiteración de los tonos). Negro el aire. Y negras las almas rotas pero no todavía corruptas. [Parece que pintaron las intenciones más obtusas en este día…]
Se sabe que no se comparten besos para alguna vez olvidarlos [excepto los que son dados por las bocas, no por las personas] Se sabe que no hay marcas que se queden en la piel que hayan sido infringidas por el divino arte de dañar [aunque a veces esa sangre que sale de las heridas asuste y frene] – bandera escarlata: esto es más que compañía. Alguien presente.

Ya hay demasiado aburrimiento detrás de los crujidos que vamos amontonando en las paredes la mayoría de las noches. [Casi tan celestial como quedarse descalzos en la cama hablando de la vida… café en el piso del baño, barquitos de papel en la bañera]

La especulación se puede ir bien a cagar por debajo de la frazada que a su vez esconde las sábanas que ya están retorcidas y mezcladas con tela, tela y más tela. [Creo que siempre vamos a tratar de tener la mejor cogida de nuestras vidas y sólo diez segundos antes de morir vamos a saber cuál de todas fue- coronaciones asombrosamente asumidas.] Ella se mira el coxis, siempre le gustó como le queda ese hueso. Le gustan sus huesos, no lo puede negar – creo que ya es hora de tomar una posición más confortable… vagos y algo abstractos, parecen fetos en pleno proceso de gestación, siempre a punto de caminar atravesando la luz, siempre a punto de volverse susceptiblemente sexuales. Siempre al borde de un intento, de mechar el sexo con algo de amor y volverse plausibles, más allá de tangibles.
[Hay almas que están tan solas que al momento de encamarse en vez de completar una apenas alcanzan a regatear media. Es tan injusto… la compensación que no llega promete y las grandes campañas destellan luces: explosiones. Fuegos de artificio, jamás bombas. Cuando hay soledad de por medio el orgasmo no habla de placer: habla de necesidad. O de todo tipo de ellas. “no-me-sueltes”]

…La gloria sea con el par que duerme tranquilo porque sabe que allá afuera está lloviendo, y porque sabe que allá afuera hay otro huérfano con necesidades especiales –de toda índole- que puede ser dadá, impresionista, expresionista o cubista y que puede querer, al menos, intentar entrar en la ruleta rusa que se ríe de esos pares discontinuos que gravitan paralelos --cuando la gracia es alcanzar la perpendicularidad- desde el centro del volcán de amores vehementes y grandes cogidas bohemias…

[lindo título Volcano – y ahora tenemos ganas de coger, querer y ser queridos: era de esperarse]

 
Lala, none other, a las 12:59 AM 29 [They treat horses, don't they?]
Saturday, August 19, 2006

(Un post flashero para Buenos Aires en Agosto. De noche.)

damn fuckin’ night: no tenías por qué largarte a llover, no tenías por qué ponerte así de fría…


Y podríamos lograr hablar de esta ciudad como se habla de un campo, de un terreno que ya no es virgen, como se habla de un territorio cósmico; de la forma en que se describe un estado, se la podría narrar como se narra una lucha permanente contra la soledad…
(Junio va descalza sobre colillas de cigarrillo tratando de poner recipientes en las zonas del techo que tienen goteras: Buenos Aires, no la ahogues; que después de tanto tiempo Junio volvió a estar sobre el nivel del mar y no sabe nadar como para volver a descender a aquellas profundidades tan oscuras.)
Y podríamos dormir en algún árbol hoy. Y podríamos armar una agenda que sólo planifique los fines de semana. Y podríamos ponernos a fumar en alguna plaza desierta, de esas que una vez que cae el sol ya quedan carentes de infancias.
(Junio sabe. Mucho. Tal vez demasiado.)
Y podríamos perdernos entre toda esa masa amorfa que sólo sabe seguir una moda y pone en boga palabras tales como “tendencia”. Y podríamos sentarnos a ver el río hasta que salga el sol.
(Junio, Junio… Una Junio sin frío.)
Y podríamos dejar las ventanas abiertas para que septiembre se nos adelante y forme el aura. Y podríamos cenar en el piso de la habitación, al lado de la cama. Y podríamos poner un sahumerio en el borde de la bañera. Y podríamos salir a la puerta cuando ya todos duerman y tomar mate sentados en el porch y reírnos, y hablar y callar.
(Junio: la parte de mí que es un tercio trola, un tercio bohemia y un tercio vehemente. Un tercio Nirvana, un tercio Beatle y un tercio Bosanova.)
Y podríamos hacerlo en el baño… reíte, pero nunca lo hice ahí. Y podríamos jugar a las cartas en la mesita de luz o al ajedrez en la cama. Y podríamos tomar té de manzana o frutilla tirados en el piso con la luz apagada. Y podríamos hablar, y podría pintarme las uñas de los meñiques de negro mientras elegís algo de música. Y podríamos sostener discusiones y llegar a conclusiones para enmarcar hasta la próxima. Y podríamos mirar alguna película. Y podríamos sacarnos fotos. Y podríamos batir café.
(Junio es rara. Tiene costumbres raras.)
Podríamos hacer algo para que todo el mundo se quede sumido en un sueño muy profundo en esta noche de agosto en Buenos Aires y lograr que la ciudad se vuelva tierra de nadie. Podríamos hacer lo que sea; despertarlos al otro día o ya nunca más.
O ya nunca más…
Podríamos.

 
Lala, none other, a las 9:01 PM 20 [They treat horses, don't they?]
Tuesday, August 15, 2006

La historia de película se enmarca y se queda en la pared en exhibición. Inmaculada. No quiero otra igual, pero tampoco quiero algo convencional. De enero a hoy ya pasaron 5, todos iguales, incluso creo que dentro de un tiempo ni los voy a poder recordar. No fue su culpa, yo no era yo. Muchos y muy diferentes factores me fueron alejando de la que siempre fui. Hoy la termino de rescatar. ¿Cómo era yo? ¿Qué hacía? ¿A dónde iba? ¿Qué me gustaba? Listo. Ya la tengo acá de vuelta conmigo. La extrañé durante este último tiempo debo confesar…

Plumerié lo que no servía. Los lugares, las cosas, las personas. Sólo queda lo indispensable y lo elegido. Colgado en un cuadro o en una charla de amigas. Sólo lo necesario.

“¿Y ahora qué querés, qué vas a buscar si no querés otra historia de película pero considerás que lo demás es mediocre, y a la vez te aburriste de estar con gente que nada tiene que ver con vos?” Me preguntó Giovanna.

Quiero eso, quiero que tenga que ver conmigo. Que sea como yo. Que hasta sepa ser yo.
Quiero un bohemio que se adapte a ese lugar tan raro que sueño muy a menudo, que no es una casa, pero tampoco es un departamento.

Una historia sencilla. Un delirio místico. Una burbuja.

Que se vista como más le guste, que sea sensible aunque no sea humano, si es alma solamente no me quejaría. Que sea casi tan sensible como yo, porque yo soy de esas personas que las rayás una vez y la marca queda para toda la vida.
Que tome el té conmigo sentados en el baño. Que escuche buena música, que sea capaz de amar la bosanova un día y quedarse dormido escuchando música en francés a la semana siguiente.
Que sepa pelotudear. Que sepa centrarse. Que entienda lo que quiero decir cuando sostengo que hoy por hoy mi última locura cuenta de que me encantaría tener la posibilidad de ser hombre por una semana.
Que tenga fe en algo, aunque no tenga muy en claro en qué.
Que comparta mi sentido del humor, que te hace reír fácil pero que no siempre es fácil de digerir. Que sea un poco cruel, un poco perverso, pero con los demás cuando lo merezcan, que conmigo se ría de costado.
Que no tenga miedo de enfermarse si se queda dormido en la bañera.
Que le importe más ser feliz que la plata.
Que prefiera un recital o un bar antes que un boliche (sobre todo si es el boliche de moda)
Que no use reloj. Que sepa quién es de a ratos y que en los otros ratos no tenga vergüenza ni necesite disimular que tiene muchas ganas de darse la cabeza contra la pared. Que siempre tenga algo para contar, que aunque me ponga a prueba mechando taradeces en sus oraciones logre que no se me desvíe la atención a la primera mosca que pase volando.
Que no viva pensando en el futuro, pero que tampoco deje que el presente, por más perfecto que sea, le borre el pasado.
Que le guste dormir casi tanto como caminar.
Que viva igual los días en que recién cobró a los que se acercan a fin de mes.
Que le guste el cine pero que no le guste ir al cine siempre. Que no vaya de estreno en estreno, sino que prefiera perderse entre las góndolas de Blockbuster buscando películas raras que te hagan pensar.
Que no discuta de política como todos, que me diga por qué ese libro que recién termina de leer vale la pena ser leído.
Que crea en otras vidas, y que cada vez que se cruce con alguien con luz propia le busque en las facciones o en los ojos el brillo de alguien adorado que ya no esté.
Que diga, demuestre y exprese lo que tenga ganas, de la forma que quiera. Y que después no piense si estuvo mal o bien, qué dirán o qué harán con eso.
Que a veces prefiera la radio a la televisión.
Que le duela la mentira, la pobreza, el hambre, la injusticia. Que tenga valores. Que sea la convicción hecha persona. Que se haga notar donde quiera que vaya y no por ser el espíritu del lugar sino por ser el que sostiene una ideología a pesar del paso del tiempo.
Que crea en la ciencia pero que no vaya corriendo a buscar respuestas en las enciclopedias.
Que no dude en resignar una noche de joda por un domingo al aire libre o por una exposición, exhibición, muestra… que se interese por el arte. Que lo sienta.
Que crea en el horóscopo y en esas cosas sólo cuando le convenga.
Que me haga reír. Que sepa cómo emocionarme.
Que le guste el sonido de la lluvia mientras se va quedando dormido después de un día largo.
Que cante, bien o mal. Que no se calle por nada.
Que me acepte así como soy: bella genio, freak estrella, niña ambidiestra que escribe con la derecha y corta con la zurda.
Que se conmueva con lo que le pasa alrededor.
Que entienda que este mundo es una mierda y que sabemos cuántos muertos dejó la última jornada de la guerra pero que no tenemos idea de cómo está el vecino de enfrente o la mujer que se nos sienta al lado en el colectivo, y que aunque sea desde el pensamiento tenga ganas de que toda la lacra cambie y se vuelva algo digno por que vivir.
Que vaya por la calle mirando las caras de la gente como lo hago yo. Que siempre busque una historia que contar, o que siempre la imaginación le cuente una.
Que le guste el fútbol, el tenis, las carreras, el básquet y los deportes en general aunque no sea deportista. Que no le dé miedo llorar. Que si se equivoca sepa reconocerlo, porque para terca ya estoy yo. Que diga lo que piense. Que no siempre piense lo que diga. Que sepa distinguir vainilla de canela en el humo de dos sahumerios del mismo color.
Que le guste el agua. Del mar, de la lluvia, de las tormentas, de lo que sea. Y que cuando garúe no se quede bajo techo. Que salga.
Que sea sincero, pero que lleve a la práctica eso de que a veces una mentira a tiempo es mejor.
Que le gusten los perros, que a veces lo lleguen a emocionar más que los nenes, y que siempre que vea uno que ande solo o enfermo se lo quiera llevar a la casa para que esté mejor.
Que entienda que una historia de dos es un imperio en potencia que en cualquier momento empieza a aplastar todo lo que le ande cerca.
Que sepa pensar. Que sepa sentir. Y que encima sea capaz de hacer ambas cosas al mismo tiempo, aunque una tire hacia la izquierda y la otra hacia la derecha.
Que sea inestable, como yo. No soportaría a alguien que tiene una vida armónica.
Que no pierda la paciencia con mis cosquillas cada vez que quiera tocarme. Las tengo de chica, ya no se van a ir. Que sea capaz de coger y de hacer el amor con la misma persona, en el mismo momento, o en situaciones diferentes.
Que no reaccione de la misma forma ante dos situaciones iguales y que sepa explicar por qué.
Que siempre quiera algo distinto. Que se adapte. Que se camufle.

Que haya sufrido, que haya pasado por cosas terribles y que siga sin saber qué hacer frente a tanto daño que ya pasó o frente a un potencial daño, pero que no se desviva por averiguarlo.
Que sepa lo que es el dolor, la soledad, la espera, la angustia, la impotencia, la bronca... pero que le tenga más miedo a la oscuridad que a morir.

“Pedís nada. Cualquier persona tiene eso. Salí a la calle y elegí.” Me dijo Giovanna.

Mirá vos, por primera vez no coincidimos, Gio.
Yo creo que pido en exceso.

 
Lala, none other, a las 10:22 PM 18 [They treat horses, don't they?]
Sunday, August 13, 2006

(Tenés la visión de Kurt. Es innegable.)


Sabés que siempre que estoy con vos tengo dos sensaciones que se reiteran siempre, y siempre pienso que te lo tengo que decir y no hay vez que no me olvide. Siempre me olvido. Siempre se me pasa.
Y la segunda sensación nace de la primera, y la primera se condice con eso que dijiste hace algunos días cuando te dije que te llevaba cuatro años.
Pero nuestras almas tienen la misma edad, dijiste. Y ahí está lo que mi memoria pasa siempre por alto: no se notan esos cuatro años de desventaja que tenés con respecto a mí, y hasta incluso, muchas veces da la sensación de que nos conociéramos de siempre.
Sospecho que tu teoría acerca de las edades de las almas es la correcta entonces.

Pero también dijiste que no me habían prevenido que eras la soledad hecha persona.
Y eso se ve.
Pero no se siente.
Sos 50% agua y 50% aceite y sin embargo lográs la fusión, entrás en combustión muy a menudo con vos mismo.

No te preocupes, que si no saben de esa mixtura y no te conocen, entonces no van a poder con vos.
No te preocupes, que aunque te conozcan, tenés los mil y un pasillos y recovecos dentro tuyo para burlar perspectivas y desconsideraciones ajenas.

Daría el cuerpo, el alma y la mente porque toda la gente sea como vos… me dijiste una vez, con un pedido que nunca nadie antes me había hecho. ¿Y sabés qué? Yo daría lo mismo. Y yo te pido lo mismo también.

La soledad no es otra cosa que la compañía a la inversa, entonces alguien que te de vuelta de revés siempre vas a tener para que tu soledad se sienta más segura en su inconformismo y flaqueza y entonces, te llame por nombre y apellido.
[No es digno ser anónimo por pagos tan personales. No te corrompas.]

…Tiene que ver con la soledad.
Y a veces,
Reflejás todo lo que me pasa en una sola palabra,
dijiste una noche previa a un viaje en avión. Otra noche te conté parte de mi historia y resultó de tus ojos, que se perdían en las palabras que te iba diciendo, que habías soñado una especie muy especial de sueño, de esos que al ponerlos frente al espejo, proyectaban lo mismo que estás viendo frente tuyo.

Te quiero y perdoname; porque hace mucho que no te lo digo. [Es que esta Buenos Aires te da vuelta como un guante de un momento a otro y ni te enterás, ¿viste?] Son muchas cosas raras para dos freaks tan raros. Empatía, sincronización, combustión, bohemia, arte, música y demencia ya sin órden lo(gi)co, cordura o conducción.

No te preocupes, falta mucho… Algún día te van a crecer alas de los pulmones.
No te preocupes que la distancia a la que muchas veces le rezás es la regla de tres simple de la cercanía, entonces el cociente siempre es la proximidad.

La transición es siempre el término medio de un estado a otro, y un estado es lo contrario de la nada. No puede ser humanamente posible que un estado que gravita se conjugue en el vacío. El arte ya es algo. Siempre es algo. Siempre es un paisaje. Siempre es un puente.
[Hay que perderle el miedo a la marea mansa de la noche que se mueve sigilosa a oscuras…]

Es que a veces sos el reflejo de todo lo que me pasa… dijiste (dije), y (y) te (me) quedaste (quedé) callado (callada).
[“¿Eso lo dije yo?”
“No, yo…. No, fuiste vos.”
“Entonces fuimos los dos, ¿lo ves?”]

No te preocupes que a la nieve y al paisaje, al agua y al aire particulares de ese Sur, los llevás en los ojos.
No te preocupes. Todo pasa. Algunas cosas quedan. Y todo siempre llega. Y si no llega, se lo va a buscar a alguna estación, aunque ya por ahí las vías se hayan oxidado y los trenes no pasen desde hace tiempo.

 
Lala, none other, a las 6:22 PM 18 [They treat horses, don't they?]
Saturday, August 12, 2006

No te fíes de los 11 años que me llevás.
No te guíes por mis ojos.
No creas que mi voz es tuya.
Sin embargo gracias por haber caminado conmigo. Por haber almorzado conmigo de lunes a viernes. Por les gestos y las palabras que fueron.
No hagas caso si te digo que te quiero, y no es que sea algo personal: de enero a hoy ya hubo cinco que tuvieron que aprender a convivir con eso. Y no es que mienta. Oculto la verdad, que es diferente.
No creas que mis 22 son menos experimentados que tus 33.
Sin embargo gracias por entender. Gracias por bancarme. Gracias por haber estado, soportar y aguantar; que no es fácil, lo sé.
No te pongas loco cuando la pendeja te pegue tres gritos.
No me creas cuando te digo que me siento mal y que me voy a quedar en casa.
Sin embargo gracias por los mensajes y los masajes para cortar un día denso y gracias por haberme dejado manejar el control remoto.
No te fíes cada vez que te preparo un café. Muchas veces le pondría sal en vez de azúcar y muchas veces le pondría cianuro en vez de sal.
No tenés que esperar demasiado de alguien que te dice que te quiere pero que jamás te dice “soñé con vos.”
Sin embargo gracias por las cosquillas cuando me tildé. Gracias por los abrazos. Y gracias por no fastidiar pidiendo o demandando cosas que sabías que yo a vos no te iba a dar.
Y gracias por ofrecerte como puchinball humano cada vez que dije “necesito pegarle a algo” o “necesito romper algo.”
Y gracias por nada más.
Odio ser así de agradecida.

Listo. Fue lindo mientras duró. Fuimos muy compañeros, muy hablados, muy charlados, muy amigos.

(Sos grande, no hace falta dramatizar con el típico “algún día me vas a entender y vas a agradecer que sea ahora y no más adelante”, acá se sabe que eso es todo mentira.)
Pero fui frontal, y como siempre lo entendiste en cuestión de segundos: yo soy demasiado freak para alguien así de convencional.

Permiso, te voy a soltar la mano.

Basta de gente que sé que dentro de algún tiempo no voy a recordar ni cómo se llamaban. Fuiste muy cómplice, miraste siempre desde una altura más interesante. Dijiste que soy más. Que merezco más. Y tenés razón.

No sé si estaré contenta, pero estoy estable. Estoy bien. Quería y necesitaba esto, realmente. Barrer con todo lo que no tiene que ver conmigo y empezar a volver a ser yo, empezar a recordar qué hacía, a dónde iba, qué me gustaba. Volver a la bohemia. A la música, al humo y a los libros. Volver a tener anhelos e ideales que de seguir así, no tendría; y no es que hayamos caminado torcidos, es que no era. No lo sentía. Sin embargo lastimé a varios y no te quería hacer lo mismo... supongo que un poco por vos y otro poco para salvarme, para enmendarme.

Que te vaya muy bien, nos veremos en el camino.

Listo, loca bohemia: libre otra vez.

 
Lala, none other, a las 2:35 AM 12 [They treat horses, don't they?]
Wednesday, August 09, 2006

“Prestame tu Biblia, quiero balancear con mis demonios,
sólo los pondré a leer un rato.
[…]
Prestame unas botas, quiero vestir bien a mis demonios,
Casi parezcan ángeles.”

En mi cama – Emmanuel Horvilleur


Parada en un cajón de cerveza dado vuelta, sincronizada con la velocidad en que un día se disuelve,
con un lápiz invisible en el block de notas que tengo enquistado en la cabeza transformando momentos en líneas que efímeramente van a ser perfectas y que sin embargo, no voy a poder atrapar antes de que se esfumen,
mirando como el cielo de tan ocre y tan nublado se vuelve un mar hecho de té de estrellas.

Nena estrella de color plateado que con la resolana del temporal que no estalla se hace dorada y con la tintura estridencia en escarlata...

Parada en un cajón de cerveza dado vuelta, sincronizada con la velocidad en que un día se disuelve,
los vientos de todo un planeta forman espirales y me dejan en el ojo del huracán, fuera del alcance de la correntada.
Dando giros y vueltas sobre ese cajón con botellas vacías mientras allá arriba, aunque imposible de verse, se arma el Orión en el cielo…

La nena estrella de color plateado que con la resolana del temporal que no estalla se hace dorada y con la tintura estridencia en escarlata sigue girando sobre sus talones, dando vueltas como un trompo, logrando que cada movimiento que se aleja en el tiempo se acerque en el espacio.

En el millón de charcos de gotitas rebeldes que quedaron en el fondo de esas botellas de cerveza que quién sabe quién tomó es donde generalmente aparecen las más efervescentes constelaciones.

Parada en un cajón de cerveza dado vuelta, sincronizada con la velocidad en que un día se disuelve, por estos días no tengo idea exactamente dónde he estado, dónde estoy o dónde estaré; y por más que no tenga paradero no me siento ilegalmente prófuga ni tampoco glamorosamente profesional en el sutil arte del escapismo.

Los demonios me pidieron que me case con ellos.
Les dije que no pongo el gancho, a lo sumo, podemos convivir.
Los ángeles me pidieron que les demuestre qué tan buena soy.
Les dije que no me gusta ofrecer más que aquello que tengo, pero que a lo sumo, se podía negociar.

Tengo un mazo de naipes de una baraja que no se adapta a nada conocido. Soy adorablemente freak, si hago trampa y me carteo no se va a notar.

La nena estrella de color plateado que con la resolana del temporal que no estalla se hace dorada y con la tintura estridencia en escarlata, está haciendo magia.

 
Lala, none other, a las 1:01 AM 14 [They treat horses, don't they?]
Sunday, August 06, 2006

(No alarms and no surprises... [sing-a-long to fall asleep]* please.)
*Y siguen on & on los corchetes, San.

Hubo un día de Agosto en que los redoblantes sonaron solemnes.
Lo real y la muerte se hicieron un solo elemento.
Una voz, sin embargo, seguía cantando desde arriba,
desde las esferas inmortales...
Hay música incluso en medio de la desolación,
y hay gloria que brilla más allá de las lágrimas.
Hubo un día, en Agosto, que trajo silencio, voces y música,
todo junto.
Si esto es una guerra pacífica de luz y silencio,
hemos sido enrolados como soldados entonces.
Porque soñé un sueño, y mi espíritu se perturba por el sólo hecho de ser un espíritu desviado que, contrariamente a los otros, también tiene capacidad de razocinio.

["Y tengo más cosas guardadas que son batallas, botines de guerra, pedacitos de mí..."]

 
Lala, none other, a las 4:10 PM 15 [They treat horses, don't they?]
Thursday, August 03, 2006

Finalmente sucedió. Solamente falta que se largue a llover porque incluso, acabo de prender un cigarrillo y de la nada se apagó. Yo nunca pensé que iba a llegar este día. Jamás. Siempre supuse que aunque esporádicamente, se iba a mantener al menos la presencia. Bueno; esto es como cuando un editor que dejó la vida en una publicación encuentra la bancarrota y tiene que cerrar su propia revista. Esto es así. Este es el final más definitivo, acá no hay escondites, es un pasillo derecho que no deja sorpresas al paso mientras se lo recorre. Listo. Ya no queda nada. De nada. Ya no hay ni siquiera una visita, o una lectura, tampoco va a haber nada en absoluto... listo, ya estamos afuera. Pero fue un gusto, y una suerte, y un placer también.

No interpreten que cierro el blog. La pérdida es mucho más significativa aunque no es por menospreciar a mi tan querido refugio. La pérdida es personal, y hasta espiritual si se quiere. Ni se les ocurra decirme que voy a estar mejor, o que ya se va a ocupar el espacio, o que va a pasar, o que un día va a estar mejor. Nada es tan simple como eso.

La niña freak de este blog está muy sensible. Por favor, manéjesela con cuidado. Hoy va a ser el día que va a haber que sacar de los almanaques de los años venideros de por vida. Pero igual, fue un gusto, una suerte. Y un placer también.

"Dondequiera que estés,
te gustará saber
que por flaca que fuese la vereda
no malvendí tu pañuelo de seda
por un trozo de pan
y que jamás,
por más cansado que
estuviese, abandoné
tu recuerdo a la orilla del camino
y por fría que fuera mi noche triste,
no eché al fuego ni uno solo
de los besos que me diste.

Por ti,
por ti brilló mi sol un día
y cuando pienso en ti brilla de nuevo
sin que lo empañe la melancolía
de los fugaces amores eternos…"

JM Serrat.

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Se solicitan con suma urgencia datos acerca del paradero de la joven Julieta Mártin de 22 años, quien también responde a los apodos de Ju, Jota, Jota-Jota, Juli, July, Jooz, Joozie, Joozita, Juliet, Juliette, Pupé, Juchi, Juchu, Juchulina, Lala, Niña Ju, Niña Colorada, Juchita, Juji, Julanga, Juligan, Naranjú, Juchina, Juleta, Chuleta, Hueso de Perro, y así hasta el infinito. Mide aproximadamente 1,62 mts. Pesa 42 kilos. De compostura pequeña, cabellos colorados (aunque con algunas raíces rubias porque últimamente le daba paja teñirse), tez blanca, ojos café, cintura escandalosa y una boca un tanto dañada por su conocido acto impulsivo de morderse frenéticamente el labio inferior.

Se desconocen datos acerca de su ubicación y estado actuales. Hay quienes aseguran que construyó su satélite no natural y que finalmente decidió exiliarse en él para seguramente no volver.

Los últimos datos que se conocen de ella es que estaba un poco inestable, que su carácter se había tornado un poco difícil (por no decir que últimamente tenía un carácter de mierda y que se había convertido en una persona intratable y fehacientemente desangelada) y que estaba totalmente perdida, en todos y cada uno de los estados de esa palabra.

La última vez que fue vista dijo que tenía ganas de volver a Plaza Francia.

Su atuendo se conformaba por unas Converse rosas, un jean gastado de tiro bajo, una musculosa blanca, una polerita negra y una bufanda rosa, a tono con el calzado. Tenía la piel de la cintura y la pancita al descubierto, por lo que seguramente esté pasando frío. Tenía el pelo planchado porque para enrulada estaba ella. No estaba maquillada aunque, se sabe, como de costumbre tenía puesta máscara para estirarse las pestañas.

En caso de encontrarla, se solicitan también datos sobre su ángel, quien ante la displicencia que generaba la joven decidió fugarse, también presuntamente para no volver.

En caso de tener la dicha de que ambos aparezcan sanos y salvos, se solicitaría con suma urgencia infinitos dadores de sangre de tipo A, factor RH Negativo ya que los últimos testigos que la vieron caminar por la ciudad aseguran que más allá de la típica blancura de su piel, ya tampoco se le notaba lo azul de la sangre corriéndole por las venas. Allegados a Julieta confirmaron que en los últimos días la joven en tono risueño había dejado escapar frases como la siguiente: "Tengo un tipo de sangre que es más difícil de encontrar que la mierda. El día que necesite una transfusión me voy a cagar muriendo y a nadie le va a importar un fuckin' carajo."

Rogamos por favor que ante cualquier dato que pueda ser suministrado, por menor que pueda ser considerado, se comuniquen a la brevedad dejando un comentario en éste, su blog, el último resquicio de esperanza que nos deja de comunicación con el exterior alguna.

Reiteramos que la situación es extrema verdaderamente. Dicen los que la han visto que en sus ojos había un gran vacío que la hacía dueña de una tristeza muy profunda y fácilmente notoria. Por mucho que trató de ocultarlo, hoy que no está, resulta evidente que tiene arena en el corazón, pero bloques de cal en la mente. Al menos, de eso hablaba su última imagen.

Rogamos por su pronta aparición, redención y posterior insurrección, tal como tiene acostumbrados a sus lectores. A pesar de todo Julieta sabe que hay mucha gente, de importancias variadas dentro suyo, que quieren tenerla o al menos sentirla cerca.

Desde ya, muchas gracias.

 
Lala, none other, a las 9:02 PM 17 [They treat horses, don't they?]
Tuesday, August 01, 2006

“This hurricane, I'm not afraid
Come on, come on
No one can see me try…
No one can see me cry…”
Imitation of Life. R.E.M.

Luna, no sé si seguirás teniendo el mismo cometido ahora que estoy en el suelo que siempre fue mío.
Busqué respuestas pero sólo me dieron silencio, y aunque dicen que el que calla otorga, últimamente reinventaría esa frase y quedaría algo así como que el que calla, hiere.
Sabés que nunca fui de pedir deseos ni imposibles; sabés que más allá de esta imitación de la realidad que estoy viviendo siempre fui muy amiga de la verdad aunque fuera hermosa, o aunque quemara.
Luna… no veo el futuro.
No veo el futuro pero ni siquiera veo un futuro negro, ni siquiera gris, ni siquiera opaco, mediocre o común. Sencillamente no lo veo.
Veo un mundo que sigue, pero no me veo ahí.
No me veo de grande. Siempre me costó llegar a esa imagen pero hoy por hoy esa idea me parece irreal; insisto en lo que te digo, luna: no veo el futuro.
Luna, por primera vez en estos 22 años, si me dijeran que a partir de mañana ya no me despierto, con una mano en el corazón, juro que no me importaría. Con la otra mano en el corazón, juro que no soy la única a la que no le importaría.
Luna… también sabés que no soy de jurar.
Luna, tengo un vacío inmenso, está el cuerpo y falta el alma, soy puras cenizas, nada de espíritu, nada de esencia. Tengo los huesos pero no las vértebras, no las costillas, no la columna.
Mis altibajos son más bajos que altos últimamente, creo que hasta ya olvidé cuándo fue la última vez que me posé sobre alguna meseta; ya nada es liso, ya nada es llano…
Luna, no veo el futuro.
Luna, tengo dudas, y sabés muy bien que siempre fui la dueña de las mayores certezas.
No dudo de mí, no dudo de vos, en verdad creo que es más cansancio que dudas, más ganas de comunicar un estado que cuestionamientos, más ganas de decir “Así conmigo no, te equivocás” que de alzar la voz. Hoy desconfío de la suerte, Luna. Desconfío de eso que va a ser. Desconfío de que alguna vez sea.
Luna, tengo algo de rencor. Luna, no sé hasta qué punto no tengo ganas de morder la mano del que me da de comer.
Luna, ese “y habrá estrellas como huellas del destino” ya me parece demasiado irreal, demasiado ilusorio.
Luna, si va a ser siempre así, no te molestes. No quiero.
Si esta imitación de la vida es todo lo que queda para mí, entonces no te esfuerces. No me hace bien. Sé que allá afuera hay cosas que siempre esperan por más que sólo juegue con ellas o que sencillamente las esquive o las rechace de un momento a otro. Pero si esta imitación de la vida es el último vestigio de lo verdadero, de lo que de verdad quiero, entonces no gastes energía en mí, lo acepto, lo elevo a una altura inalcanzable por nadie, pero no me pidas que me acostumbre a estar así porque no me tengo fe. No lo voy a conseguir. No lo quiero lograr. Quiero más. Me merezco más. Pero más a mi gusto, y no hablo de caprichos, hablo de cosas demasiado magnificentes que ni siquiera sus actores muchas veces saben interpretarlas.
Yo estoy segura de mí, de quién soy, de cómo pienso, de cómo y de qué siento pero no hay reacción. No hay estímulo que valga. No hay redención. No hay luz.
Y Luna, sabés muy bien que entiendo, comprendo, respeto y espero. Pero aunque en este hoy los lugares estén muy bien definidos (o quizás no tanto como suponemos, sino sería todo bastante más lineal a mi entender) no puedo evitar hablar de una falta. Y no soy yo la deudora, precisamente. Luna, sabés de mi humildad, pero detesto con toda el alma que no se me contemple en mi máxima expresión. Creo que para algunos de nosotros, humanos bastante especiales y particulares por cierto, es hasta una falta de respeto…
Almas sensibles, nos dicen.
Luna, no das luz.
Luna, no siempre iluminás mi casa.
No siempre iluminás mis noches. Y lo sabés. Y no te inmutás.
Luna, no veo el futuro.
Este trasfondo, este estandarte se muere conmigo, lo sé.
Pero también sé y siento muchas otras cosas. Y la mayoría de ellas no me gustan.
Llorar y dormir bajo la misma luna, mucho sarcasmo junto en muy pocas palabras.
Luna, no veo el destino.
Luna, no veo el futuro.
Y Luna, sabés que siempre fui de las que ven un poco más allá.

Y así arranca Agosto, por segundo año consecutivo, mes con más preguntas que respuestas. sólo resta esperar que, una vez más, llegue Septiembre con todas sus certezas.

 
Lala, none other, a las 12:18 AM 15 [They treat horses, don't they?]