(8 días hilando posibles frases
para que salga,
finalmente
para que deje de estar,
así,
atravesado en el pecho-
así,
para los cielos azules.)
¿Y quién me puede bajar cuando ya llegué tan alto?
¿Qué se hace para alcanzarme una vez que ya he viajado tanto
tanto sin virar
sobre esta calle y este asfalto?
I don’t want to be
anything
other than
what I’ve been
trying to be
lately.
Por todas las veces que me maté
de adentro hacia afuera y viceversa.
Por todos los miedos que hubo, que hay y que habrá.
Siempre.
Acá.
Adentro.
Por todas las veces que se han deseado cosas que en verdad no necesitamos,
pero que queríamos.
Por esas cosas que no nos iban a dar la libertad que buscamos por más que agotáramos nuestra sangre en perseguirlas.
Porque el miedo está en la cama pero todavía no nos puso de rodillas.
Porque los sentidos y los sentimientos se me traban en el pecho
y las cosas no salen, las palabras no corren libres en el papel-
Tropiezan mal-
Tropiezan mal…
Por todas las veces que nos gana la ceguera cuando nuestros sueños no se hacen realidad.
Por todas las veces que;
entonces,
se nos vuelve tan fácil olvidar.
El cuerpo se enamora del personaje que le hace creer al otro cuerpo que es,
y ya lo dijo Sartre,
con toda su razón-
“Thus: the Other’s Body’s meaningful.”
Y
sabés,
yo no era la que estaba dispuesta a arrodillarse frente a los sueños que tanto quería,
yo era la que se disfrazaba de sueño,
y así no se puede ganar nunca, divino.
Porque la fuerza no soy yo,
sino la imagen en la retina que me mantiene caminando.
Porque la esperanza no soy yo,
sino la imagen en el alma que me mantiene confiando pese a todo.
Porque la luz no soy yo,
sino la imagen que se ríe y canta en la tormenta.
And how can I
stand here with you
and not be moved by you?
¿Cómo?
¿Cómo se hace para estar parada frente a vos y no sentirse conmovida?
Porque ya no queda nadie en los postes de la ciudad.
Porque me quedan cosas por agradecer,
cosas por las que nunca te dije
'gracias'
yo,
tan Lala,
tan afortunada,
tan fuerte,
tan orgullosa.
Tan Junio.
Tan poco Julieta.
¿Y qué pensarás de mí ahora?
Tan afortunada,
tan fuerte,
tan orgullosa.
Tan frágil,
tan débil,
tan mentalmente emocional.
Que hasta los ángeles se conmuevan,
y te guíen,
y te persigan
hasta que sólo te quede meterte en algún reducto
donde nunca nada malo
nada malo
te pueda pasar. Porque siguen ahí,
donde siempre-
y los que no pueden dormir siguen caminando las calles que nunca duermen.
Y ahora pasó tanto tiempo,
pasó tanto,
pasó todo.
¿Cómo sigue tu halo?
y la vida de todas esas cosas,
de mí,
de vos,
de mi+vos
y de todos los satélites.
¿Podría haberte salvado?
¿Puedo?
¿Podré?
¿Podrías haberme salvado?
¿Podés?
¿Podrás?
Prometo nunca más un silencio en tiempo de respuestas.
Prometo nunca más esquivarte en una risa, una sonrisa, otro silencio que se agregue a la cuenta-
nunca más silencio en tiempo de respuestas valiosas.
Nunca más un silencio por mí,
por vos,
por los dos,
nunca más un silencio que no nos ayude
a ninguno de los dos.
¿Podrías decirme,
mientras sigo buscando cómo-
cómo no llorar frente a vos
que me conmovés con sólo existir,
que las cosas no podrían ser de otra forma
mejor
que ésta?
Siempre supe que no,
nunca creí en vos a mi par,
pero siempre quise creerte.
Son las cosas a las que nunca nos vamos a poder acostumbrar,
incluso bajo los cielos más azules.
Porque en todo este tiempo nunca dejaste de crecer,
ni en tus lágrimas, ni en tu amnesia, ni en tu dolor, ni en tu elevación,
¿de qué me perdí?
¿qué cosas de vos no disfruté?
Vos, y tu alma con forma de pastilla,
a veces de anís,
a veces de limón,
a veces para dormir.
Porque las cosas que no tuve coraje de hacer las hacés vos por mí
y quizás,
viceversa.
And how can I
stand here with you
and not be moved by you?
Would you tell me
how could it be
any better
than this?
Gracias, entre otras cosas…
aunque siempre en mi cine mental
mientras las luces en la calle siguen firmes
para los cielos azules.