[Toma al suburbio de la mano y camina por encima de todos aquellos vidrios rotos.
Cruza puentes invisibles, ánimas benditas, flores y armas blancas en el piso.
Espiralada en la cortina, respira vainilla y ve. Y siente. Y es, así, tan Junio.]
Se proyecta desde los ojos, encuentra los ojos, los mira, los ve, los recorre, los conoce. Presa de la libertad de sus palabras. Tan Junio, muy Junio, en carne viva la ciudad. Tan frío, tan presenteausente, tan diáfano, tan así.
Toma ese bolso de humanidad y se lo vuelca en la cabeza, se retuerce sobre el colchón, delirio de mariposa sobre el cóxis, se desparrama en la vereda, besa el pavimento y sigue siendo así, tan frío, tan gris, tan Junio. Muy Junio.
Sonidos como nombres en los destellos que refracta su cine mental, su pantalla subliminal, sus deseos más oscuros, su alma más perfectamente perversa, su no-saber-nadar-sólo-flotar. (siempre hay que flotar en las esquinas de Buenos Aires.)
Tan infructuosamente cálida, tan llamativamente azul, tan Junio, tan ciudad.
Toma a Corrientes del cuello y la ahoga en la bañera, se extingue el porro y fuma igual, así, tan tender, tan Junio. Muy Junio. Tan rulos, tan lacio. Tan rubia, tan colorada. Tan sofisticada, tan simple.
Ventila sus huesos en el sexo pasado, en los besos del sarcófago, en la mano delimitando un relieve, un encuadre, una realidad. Es música y es letra, es marihuana y es ceniza, es el tren de la estación que nadie sabe dónde está. Tan callada, tan autónoma, tan Buenos Aires, tan Corrientes, tan gris, tan diáfana, tan Junio.
Muy Junio.
Quisiera darte a conocer la vida que imaginé.
Tan Junio, tan vos. Tan buenos aires, tan azul, tan vos...
besos nena! y buen mes!
geminis-junio-lala