Tengo ganas de escribir. Y no es usual por estos días, no es un fenómeno digno de proyectarse hacia algo más. Me deslizo; sigilosa, hacia algún lugar en busca de algo que tengo ganas de encontrar pero que todavía no puedo definir con precisión.
Tengo ganas de decir algo hecho de ecos,
De retazos,
De lo que sea.
No
Lo
Quiero
Ni
Ver.
Parece irónico, pero lo lindo no gusta.
Lo sofisticado no despierta interés.
Llano.
Liso.
Tranquilo.
Feliz.
Yo quiero volver a recorrer los lugares en los que jugué de chiquita.
(Porque cada camino que comúnmente se toma quiebra algún tipo de promesa del pasado, y cada uno de esos conglomerados de pasos que encaminamos cada vez es más bizarro pero cada vez nos hace estar –o parecer- más vivos. Más existentes.)
Que así sea.