viene a mojarse los pies a la luna
en fábulas ciegas,
en onomatopeyas mudas
y va
mitad duda mitad resuelta
a la desnudez de aquella flaqueza
que no habla
ni cuenta costillas]
Cuando se cansa de tanto querer
ella es tan clara que ya no es ninguna
llueve por sobre los tejados-
dama que le teme a las alturas
pero no,
jamás nunca
a la marea
que no es de lágrimas]
Sube a las hojas y cae hasta el mar,
cómo es que puedo tocarle las manos
y la acera los cela,
los marca,
los envuelve,
los va mirando de reojo,
los viola con la mirada
y
les va arrancando la ropa que,
ellos,
de por sí,
jamás se han visto]
De dónde vienen quienes al nacer,
llueven y llueven y en ella se juntan
atando nudos desatados hace ya algún tiempo,
reposan en sus ombligos
que aún no han visto la luz y que aún
durante el eclipse,
tampoco lo harán]
Yo me recuesto y ella en el final
viene a dormirme movida de estrellas
(r)astro labial
aquello hecho, hecho quedará,
aquello no-hecho, algún día se sabrá-
ateos,
creen en sus propias oraciones.]
Che como cambio tu blog! se nota que hacia rato no entraba.
Como siempre, un placer leerla y por cierto, altas gafas!