Tuesday, December 19, 2006
Se detuvo a mirar a la bailarina
en la cajita de música
en la habitación
en la cama
en la oscuridad-
hasta que la porcelana se detuvo,
suspendida y constelada,
como un reflejo de muerte,
una señal predestinada:
virulencia y lluvia,
relación perversión-incondicionalidad.
La miró desde su pausa,
suspensión enceguecida que no se decide jamás a estrellarse contra las retinas
mientras los átomos,
tanto más decididos,
simplemente estallan en el aire todo alrededor.
Supo que la perfección de porcelana
ya nunca jamás volvería a bailar:
el sol volvería a brillar
y las bailarinas de porcelana serían sólo
anécdotas para contar.
Ella,
bailarina de carne y hueso,
se dio vuelta en la cama y con un gesto-
mitad desdén, mitad satisfacción
volvió a dormir en pleno sueño diurno:
siempre supo que cuando la bailarina mitológica extinguiera su propio encanto desde su irresoluble belleza inmaculada y celestial,
la muerte como reflejo arrasaría hasta con el mismísimo espectro
pero a ella,
bailarina de carne y hueso,
aún le restaría
demasiada pieza por bailar.
Lala, none other, a las 6:51 PM |
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¿por qué será que las bailarinas ya no bailan como bailaban antes?
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que bueno tenerte de vuelta...
bailemos en sueños
¿por qué será que las bailarinas ya no bailan como bailaban antes?