Never thought about countin' ships... - and countin'
A perpetuidad sin-con la llave del tren en aquel vagón de siniestros e incendios, esperé que el inquilino saliera hacia el vestíbulo, donde sonaba el viento y soplaba la música, como quien suena burbujas de detergente desde un sorbete mientras mira el reloj. Apareció amanecido en pleno decadré y movió su cabeza de lado a lado: izquierda a derecha no es lo mismo que supina a zenital. Finalmente dijo que no se hallaba en el espejo, que tan sólo una burla cerebral era el reflejo. Volvió a entrar, ofuscado y comprometido en su tarea. No esperé su segundo resultado, el segundo era tirano en el reloj pagano; busqué a La Rubia y le dije: “Hay quien piensa que el reflejo en verdad no existe.” Ella, con su brújula esdrújula puso fin al western en plena city cuando sentenció: “Siempre hay cosas más importantes que asegurarse que los zapatos brillen antes de ponerse a caminar.”
El tipo hizo muecas, La Rubia me miró, y yo rompí el espejo después de refractar y desviar un rayo de sol en un día nublado. Seis hormigas murieron por tal acto. Y una vaquita de San Antonio participó en la foto y después rompió a volar.
que fotos increíbles, sos re grosa manejando la estética de tus fotos, en serio, muy björk, buenísimas
saludos