Porque yo soy un poquito más que aquello que escribo,
pero sin llegar a ser precisamente lo que escribo,
lo que escribo es a su vez, lo que soy,
o al menos,
“cómo” estoy.
Ésta es mi manera de ser, de hacer, de actuar, de pensar, de sentir y de decir.
Si quieren algo lindo prendan la tele,
yo sólo les doy algo ‘atractivo’
que atrae,
que puede generar adicción o rechazo, dependiendo del caso,
yo sólo me dedico a sacarle brillo a mis demonios y ponerlos en exhibición como si fueran ángeles,
aquí no hay más que reflejos-espejos míos, por ende no soy tan buena, tengo bastante de terca, de parca, de reacia, de rea, de rencorosa, de sugestiva, de sexual, de asexual, de perversa, de irónica, de desangelada…
Tengo un carácter de mierda, soy intolerante, algo maliciosa, demasiado oscura…
Codiciosa, tramposa, egoísta, insensible, y tantas cosas más que no siempre logro ocultar.
No tengo nada que me haga especial y sin embargo, me alcanza.
Hago magia con la gente, los lleno de palabras,
yo escribo así, y punto.
Yo soy así. Y punto.
Yo saco de mí, y te lo digo directamente a vos y ahí termina mi tarea.
Lo que se haga a posteriori con mis palabras (conmigo, con mi “que” y con mi “como”) me queda lejos y además, no es un problema que me corresponda conjugar a mí.
Ésa es la teoría de toda mi vida.
Ése es mi modelo de comunicación personal, donde los papeles del emisor y del receptor guardan funciones mucho más ulteriores que las que se ven a simple vista. Para mí la masa amorfa de gente no existe, o al menos, no formamos parte de ella: brillamos, solos o juntos y potenciados.
“¿Siempre tuviste ese carácter?”
“Desde que se me cantó tenerlo, lo tuve.” le respondí.
Y hubo un silencio prolongado…
"yo sólo me dedico a sacarle brillo a mis demonios y ponerlos en exhibición como si fueran ángeles".
nada mejor dicho que eso.
que lindo escrito. Tan simple y seincero como nos aostumbras.
besos
ceci