“Prestame tu Biblia, quiero balancear con mis demonios,
sólo los pondré a leer un rato.
[…]
Prestame unas botas, quiero vestir bien a mis demonios,
Casi parezcan ángeles.”
En mi cama – Emmanuel Horvilleur
con un lápiz invisible en el block de notas que tengo enquistado en la cabeza transformando momentos en líneas que efímeramente van a ser perfectas y que sin embargo, no voy a poder atrapar antes de que se esfumen,
mirando como el cielo de tan ocre y tan nublado se vuelve un mar hecho de té de estrellas.
los vientos de todo un planeta forman espirales y me dejan en el ojo del huracán, fuera del alcance de la correntada.
Dando giros y vueltas sobre ese cajón con botellas vacías mientras allá arriba, aunque imposible de verse, se arma el Orión en el cielo…
La nena estrella de color plateado que con la resolana del temporal que no estalla se hace dorada y con la tintura estridencia en escarlata sigue girando sobre sus talones, dando vueltas como un trompo, logrando que cada movimiento que se aleja en el tiempo se acerque en el espacio.
Los demonios me pidieron que me case con ellos.
Les dije que no pongo el gancho, a lo sumo, podemos convivir.
Los ángeles me pidieron que les demuestre qué tan buena soy.
Les dije que no me gusta ofrecer más que aquello que tengo, pero que a lo sumo, se podía negociar.
pensaba en las estrellas fugaces, y te vi pasar, siempre chorreando las palabras justas... es decir, la estela... "la diferencia entre gris y plateado".
besos juliet, sehr schön!