(Incluso en una habitación de hotel en Dortmund, cuando son casi las cinco de la mañana, cuando es muy poca la luz que entra por la ventana y el cuaderno no es tamaño oficio…)
Yo sé de tus ropajes.
Yo sé de tus heridas, de tus marcas y de tus cicatrices.
Yo sé de tus días y de tus momentos felices.
Yo sé de tu Atlántida, de tu Océano y de tus seis o siete mares.
Yo sé de tus lamentos.
Yo sé de tu vacío.
Yo sé de tus mentiras, de tus opacas ironías, de tus acciones calladas, de tus soledades sutiles…
Yo sé del destino original de tus palabras.
Yo sé de tu sombra.
Yo sé de tu alma.
Yo sé de tus maneras.
Yo sé de tus esperas, tus agonías, tus proyectos…
Yo sé de tus tendencias.
De tus plazas,
de tus calles,
de tus tardes,
de tus noches.
Yo sé de tus palabras.
Yo sé de tus silencios.
Yo sé de tus pausas.
Yo sé de los nudos en tu garganta.
Sé de tu estilo.
Sé de la cruz que clausura tu boca.
Yo sé de tus formas.
Yo sé de tus modas.
Yo sé de tus horarios apretados y de tus horas consumidas.
Yo sé de tus miedos.
Yo sé de tus llantos.
Yo sé de tus intentos.
Yo sé de tus éxitos.
Yo sé de tus fracasos.
Yo sé de tus ojos cuando miran y también cuando sólo ven.
Yo sé de tu vida y obra…
Yo sé de tus milagros.
Sé de tu voz cuando cree, cuando hace creer y cuando necesita creer.
Yo sé de tu inocencia.
Yo sé de tu esencia.
Yo sé de tus ausentes.
Sé de tu presencia
Y sé de tu ausencia.
Yo sé de vos.
Yo sé demasiado.
que bueno leerte tan pronto y tan hermosa!