"Vuelvo, una vez más, al estado de vigilia. Estoy obligado a considerarlo como un fenómeno de interferencia. (Si es el sol, o el amanecer, o la descripción que nunca termina de agotarse porque siempre aparece algo nuevo que altera la escena y la hace pasar a nuevos estratos, la impregna de colores que a su vez, son tramas) Y no sólo ocurre que el espíritu da muestras, en estas condiciones, de una extraña tendencia a la desorientación sino que, lo que es todavía más, parece que el espíritu, en su funcionamiento normal, se limite a obedecer sugerencias procedentes de aquella noche profunda de la que yo acabo de extraerle. (Si es la canción que todavía nadie escribió, que se encuentra editada como single en las bateas de la cadena discográfica que todavía nadie fundó, en un país que jamás nadie visitó, en una galaxia que nadie sabe que existe) Por muy bien condicionado que esté, el equilibrio del espíritu es siempre relativo. (Llegó hasta el límite de la conciencia, reconoció la canción y asintió por el acierto de haber salido de la cama incluso en plena tormenta) El espíritu apenas se atreve a expresarse y, caso de que lo haga, se limita a constatar que tal idea, tal mujer, le hace efecto. (La infinita habitación llena de humo, con aquellos recorridos enmarcados en el piso, cualquier mero acontecimiento que llegue a suceder sólo acompañará a los ombligos y sus flores, los zapatos y las mentes, los colores y las sombras) Es incapaz de expresar de qué clase de efecto se trata, lo cual únicamente sirve para darnos la medida de su subjetivismo. (Pero seguramente pensarán que siempre habrá quien siga la orden del objetivismo, y del intrincado contrato social) Aquella idea, aquella mujer, conturban al espíritu, le inclinan a no ser tan rígido, producen el efecto de aislarle durante un segundo del disolvente en que se encuentra sumergido, de depositarle en el cielo, de convertirle en el bello precipitado que puede llegar a ser, en el bello precipitado que es. (En el boulevard donde caminan los Otros, los dueños del engranaje social, todavía hay chicos que esperan que sea sábado a la tarde para que alguien los lleve a dar una vuelta en la calesita. Las sonrisas, rastros de algún sol) Carente de esperanzas de hallar las causas de lo anterior, el espíritu recurre al azar, divinidad más oscura que cualquiera otra, a la que atribuye todos sus extravíos. (Pero entonces nos llamarán por nuestros nombres fingiendo conocernos y cuestionarán nuestros pasos, harán una gran orgía social a la que no van a invitarnos, y pretenderán saberlo todo, reirán de lo gracioso, y de lo triste también) ¿Y quién podrá demostrarme que la luz bajo la que se presenta esa idea que impresiona al espíritu, bajo la que advierte aquello que más ama en los ojos de aquella mujer, no sea precisamente el vínculo que le une al sueño, que le encadena a unos presupuestos básicos que, por su propia culpa, ha olvidado? (Pero mientras esperamos que lleguen, queda esa canción fantasma, quedan esos chicos en su calesita cada tarde. Quedan los pasos. Quedan los rastros amarillos, y las señales de algún sol. Es una tendencia meramente social y automática, pero en verdad esto también debería ser susceptible de ser llamado amanecer) ¿Y si no fuera así, de qué sería el espíritu capaz? Quisiera entregarle la llave que le permitiera penetrar en estos pasadizos."
Flipside:
Manifiesto Surrealista – André Bretón.
A To. Porque me lo pidió. Porque se lo merece. Y porque quiero.
las parece perder apropósito, como una para siempre, limitado al laverinto de elegir con la cordura de un delatado del sol, eso ke se encuentran como duendes en algunna sombra de algun bosque, se impregna en su propia metafora y valla espíritu, sigue siendo lo mas bello..
me gustó mucho ju, de veras..
os veo, besote..