(And it’s all good if you would stop the world from making sense; and if I could just realize it doesn’t really matter)
La libertad llega todas las mañanas, con forma de amanecer – la piedra cae al agua, y el agua es tan transparente que la vemos caer y rozar el fondo, y lentamente acomodarse junto con las otras piedras que, previamente, infinitas manos ya habían arrojado a las mismas aguas – así se genera el paisaje, susceptible de modificarse sólo con que alguien respire en él – un jean negro y unas botas – parate, escalá y caete, a repetición ad infinitum – siempre es un camino, un mapa que no se puede leer, siempre estamos caminando, siempre sabemos que alguna vez llegaremos – un vestido gris, un jean negro, viento, botas – cuando llego al final de mi final, en el final del final de mi cuerpo finito.
Cuando todo cuando nada – es obligación decirle al invitado que aunque todo o aunque nada, se lleve el souvenir que más le guste – pararse en el silencio, prender un cigarrillo y respirar – siempre uno va a caer, y otro va a quedarse haciendo equilibrio – siempre uno va a seguir derecho y otro va a doblar – hay noches en que la luna pareciera brillar como el sol – a veces corremos detrás de tantas respuestas inalcanzables – a veces las respuestas corren detrás nuestro porque no quieren ser alcanzadas – las mías, una o dos, al menos – el vestido gris, el anillo rojo, un jean negro y unas botas – de todos modos sigo creyendo – cada día, cada cosa – nos hace quienes somos – un agujero en el cielo, unos rayos, una luz que pasa igual – un vestido, un jean negro, unas botas – la libertad llega todas las mañanas – más tarde o más temprano, aunque todo aunque nada – ya amanecerá.
Tarea para el hogar: conseguir Cling and Clatter de Lifehouse y entenderla. Better saying, y empezar a comprender un sinfín de cosas variadas como caramelos surtidos.
...infinita la flor de aquel jardín, se repite y nos creemos la magia, en los maitines, un nuevo horizonte, los seres renuevan su encanto, y ese jardín, las flores. Tibia la caricia de tu sol, y es que amanecer no me da frío, en la cama se pierden estrellas, en los bolsillos se guardan los duendes, y ese frío, la tormenta. y este punto, el comienzo...