En la pizarra de los golpes y el carbón no hay refugio para las acronicidades vagas de aquellos que ven caer la lluvia desde la ventana.Espejo-reflejo que fecunda el devenir a través de un ladrillo refractario sobre valorado en por-venir y en alguna que otra circunstancia fortuita o no
atesora la mente que sabe y el alma que te ve como nada ni nadie-
domesticado y de pocas palabras, está en cada mechón de tu pelo la verdad. Aquello que se escape a tu esencia quedará, como era de esperarse, en el umbral de las bienvenidas desgastadas antes de haber podido siquiera usarlas.
La calma llega con los dígitos enclaustrados en tus manos, forjado y azaroso,
supersticiosamente serio
y trivialmente emocionado.
que sólo son uno en verdad.
acentuadamente esdrújulo y quizás,
espejo ensimismado en la radical variación de siempre.)
Maniqueísmos sin cinturas, cuerpos entre ocres y plateados.


me gustan las fotos que estás subiendo...